Friday, August 17, 2012

El 'lado evangélico’ del rey del rock and roll



35 años de la muerte de Elvis


El padre de Elvis era diácono y su madre era 

maestra de la escuela dominical



35 AÑOS SIN ELVIS

(Redacción, 16/08/2012) Hoy se cumplen 35 años de la muerte de Elvis Presley. El 16 de agosto de 1977 a las 14:20 horas Elvis Presley aparecía muerto, tumbado en el suelo del baño de su mansión de Menphis, exánime por un fallo cardíaco. La causa real de la muerte sigue siendo un misterio pues, a pesar de que el certificado de defunción señala que la misma se produjo porcausas naturales, uno de los médicos sostuvo que se debió a una sobredosis de medicamentos. Su padre dispuso una autopsia, pero nunca se dieron a conocer los resultados.

Durante su carrera artística, Elvis Presley obtuvo infinidad de discos de oro, más discos multiplatino que cualquier otro cantante (veinte de sus álbumes vendieron más de dos millones de copias) y se colocó en el primer puesto de los charts en dieciocho oportunidades. Lleva vendidos hasta la actualidad más de mil millones de discos, ganó tres Grammys y fue nominado para catorce.
LAS RAÍCES DE SU FE Y DE SU TALENTO
El rey del Rock and Roll había nacido el 8 de enero de 1935 en una familia de escasos recursos. Su llegada al mundo estuvo marcada por la fatalidad: en el complicado parto de su madre, pierde a su hermano gemelo el mismo día que nace.
Los primeros pasos Elvis Aarón Presley en la música fueron en la iglesia de Tupelo del Este, en el Estado de Missi-ssippi.
La iglesia donde se congregaba la familia Presley tenía apenas unos 25 miembros, incluyéndoles a ellos. Syles Presley, primo paterno de Elvis, era uno de los principales cantantes y tenía un cuarteto de Gospel. El padre de Elvis  era diácono y su madre era maestra de la escuela dominical.
Elvis creció escuchando y haciendo música “Gospel”, “country” y “blues”, al más puro estilo norteamericano.  Quizás por eso, en la fama, Elvis interpretó canciones cristianas, tal vez para apaciguar su conciencia y recobrar la paz que alguna vez tuvo.  Solía llorar cuando alguien le hablaba de Dios. Se emocionaba cuando escuchaba un himno antiguo, de los una vez había entonado.
Su madre lo animaba a asistir a las reuniones de jóvenes y Elvis acudía con gran entusiasmo. Servía en la iglesia, participaba en las actividades de jóvenes y asistía a los cultos de oración. Ese adolescente amor a Dios tuvo mucho que ver, probablemente, con los tres premios Grammy que recibió en el género ‘Gospel’.
Grabó más de 50 canciones cristianas. Entre las premiadas están «How Great Thou Art» (Cuán Grande Es Él) en 1967, como la mejor producción de música sacra. «He Touched Me» (Él Me Tocó) en 1972, como la mejor producción inspiracional.
CONFLICTO INTERIOR
Quienes le conocieron de cerca, afirman que la vida de Elvis estuvo marcada por un conflicto interior que le acompañó hasta el último momento de su vida. Quizás el peso de la culpa por una fe religiosa que había sucumbido ante “la gloria del mundo”.
Dicen que, en ocasiones leía la Biblia a sus amigos expresando sus interpretaciones ‘sui generis’, heterodoxas y fuera del contexto bíblico. “Abandonaba repentinamente reuniones importantísimas y, cuando lo buscaban, lo encontraban leyendo la Biblia en algún lugar secreto”.
Su hermanastro, David Stanley, lo recuerda leyendo la Biblia a menudo. Solía citar las palabras de 2 Corintios 5:15: “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.
Cuando encontraron a Elvis muerto, en un baño, tenía en sus manos un libro titulado, “La búsqueda científica de la cara de Jesucristo”. Una aproximación supersticiosa y espiritista a la persona de Jesucristo. Su lengua morada le colgaba de la boca y tenía los ojos llenos de sangre.
Su hermano dice que Elvis solía orar: “Muéstrame una salida, Señor, estoy cansado y confuso, ¡te necesito!”.
Fuente: Actualidad Evangélica (con información de ABC y Noticiacristiana.com)

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