La Palabra de Dios
Mateo 19:23-27
Jesús dijo a sus discípulos: “Os aseguro que un rico entrará con mucha dificultad en el reino de Dios. Os lo repito, es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios”. Al oírlo, los discípulos quedaron muy espantados y dijeron: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?” Jesús los quedó mirando y les dijo: “Para los hombres eso es imposible, para Dios todo es posible”.
Reflexiones sobre la lectura de hoy
El que los discípulos quedaran atónitos sugiere que, a pesar del tiempo que habían pasado con Jesús, todavía no entendían lo radical que era su mensaje. Pido a Jesús que me ayude a escuchar profundamente, y que deje que el mensaje penetre en mi corazón
Los ricos tienen un trabajo más duro para acceder al reino de los cielos que aquellos que tienen poco, porque tienden a depender de su riqueza y no de Dios. Nuestras posesiones se convierten en nuestra seguridad, nuestros valores son humanos en vez de divinos.
Esto también se aplica a las “posesiones” espirituales. Si dependemos de nuestras oraciones y buenas obras para que nos lleven al cielo, podemos encontrarnos con una sorpresa. ¡No nos darán el primer lugar! Nos salvamos porque Dios es bueno, no porque tenemos alguna bondad propia, independiente de Dios.
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