La Corte distritual federal de Portland absuelve al Vaticano de las responsabilidades por un religioso culpable de pederastia en los años sesenta
ANDREA TORNIELLICIUDAD DEL VATICANO
Michael Mosman, juez de la Corte distritual federal de Portland (Oregon), estableció el lunes 20 de agosto que la Santa Sede «no puede ser considerada como empleadora» de los sacerdotes y por lo tanto responsable en sede civil por los abusos sexuales cometidos por religiosos. Así que se evaluará cada caso particularmente y el hecho de ser sacerdote no implica, en sí mismo, que se es empleado de una empresa. En el caso específico, se ha verificado una falta absoluta de cualquier «relación de trabajo» entre la Santa Sede y el sacerdote protagonista de los abusos.
La decisión cierra de esta forma el procedimiento con las motivaciones de la «falta de jurisdicción». El abogado Jeff Anderson, que representa a muchas víctimas de abusos sexuales en los Estados Unidos, anunció que de cualquier manera apelará. Una apelo que el abogado de la Santa Sede, Jeffrey Lena, definió como «muy difícil de ganar».
El caso llegó al tribunal hace 10 años, en 2002, con la acusación contra la Santa Sede como presunto responsable por el comportamiento del padre Andrew Ronan, un sacerdote de la orden de los Siervos de María que en 1965 abusó sexualmente de un chico de 17 años. A partir de los documentos surgió que el padre Ronan, durante 15 años, había abusado de otros chicos en Chicago y en Benburg, Irlanda. Pero estos episodios habían sido mantenidos en secreto por la orden religiosa y la Santa Sede había sido informada de todo ello en el momento en el que Ronan renunció al estado clerical. Los superiores del religioso habían decidido cambiarle de sede (primero de Benburg a Chicago y después a Portland) sin advertir ni al responsable local de la orden ni al obispo de Portland de lo que había sucedido antes.
La Corte distritual federal trató de establecer si la Santa Sede había contratado al padre Ronan, si había tenido un papel en la decisión de su cambio de sede, si sabía del hecho de que el sacerdote abusaba de menores. A final de cuentas, si el padre Ronan era un empleado de la Santa Sede. Si el juez hubiera considerado que estas acusaciones eran verdaderas, el caso hubiera ido a juicio y se hubiera abierto un proceso. De lo contrario, no habría habido ninguna posibilidad para proceder. Esta última fue la decisión de la Corte.
Se estableció que el Vaticano no estuvo involucrado en la historia hasta 1996, cuando el obispo de Portland, después de haber atestiguado la veracidad de las acusaciones contra Ronan, pidió que la Congregación vaticana que se ocupa de los religiosos que le retiraran el estado clerical. La renuncia se dio inmediatamente; en total pasaron solo 5 semanas.
«Este caso es importante –explica Vatican Insider el abogado Lena–, porque una vez más se demuestra la diferencia entre ciertas acusaciones y la realidad de las cosas que surge gracias a los socumentos. Después de haber examinado cientos de páginas, el juez no encontró ningún fundamento para la tesis de los acusantes, que pretendían considerar a la Santa Sede como “empleador” de Ronan o, de cualquier manera, involucrada en los hechos que sucedieron. Como consecuencia, estableció que no había bases para proseguir con el proceso. La Corte rechazó la teoría según la cual un sacerdote debe ser considerado como un “empleado” de la Santa Sede solo por el hecho de ser sacerdote sujeto a las normas generales del Código de derecho canónico. Se examinaron por primera vez en sus mínimos particulares las bases de la acusación, según la cual la Santa Sede habría estado involucrada en los cambios de sede de los sacerdotes responsables de abusos, y estos sacerdotes debían ser considerados “empleados” de la misma Santa Sede. También se determinó que ambas acusaciones son falsas».
Una última anotación relacionada con las fechas: ¿por qué en 1966 el Vaticano tomó la decisión de reducir al estado laico al sacerdote religioso en tiempos tan breves, con procedimientos semejantes a los que Juan Pablo II y el cardenal Joseph Ratzinger antes, y luego con mayor vigor Benedicto XVI, establecieron después de la explosión del escándalo de los sacerdotes pederastas en los Estados Unidos, en Irlanda y en Alemania? ¿Por qué en los años siguientes, hasta 2001, no se procedió con la misma velocidad? Hay que considerar que hasta el final del Pontificado de Pablo VI las dispensas para la dimisión del estado clerical se concedían con mayor facilidad a los sacerdotes que pedían dejar el hábito para poderse casar, pero también para los sacerdotes involucrados en casos de abuso. Fue en el Pontificado del Papa Wojtyla que, frente a la crisis de las vocaciones, se jaló el freno: las reducciones de un sacerdote al estado laico se volvieron más raras y son el resultado de un proceso muy atento. Las normas y los procedimientos menos permisivos en la concesión de la renuncia acabaron por determinar una menor velocidad para decidir la que se considera la pena más grave incluso en los casos de sacerdotes responsables de abusos contra menores. Una tendencia que el Papa Ratzinger quiso personalmente invertir, al introducir casi una legislación «de emergencia» para afrontar estos terribles casos.
Vatican Insider
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