Las religiosas estadounidenses confían en un diálogo "respetuoso" con Roma

El Vaticano critica su postura ante la ordenación de mujeres o la homosexualidad

Representan al 80% de las 57.000 monjas 

católicas del país

La monja dominica Mary Hughes, miembro de la Conferencia de Líderes de Congregaciones Religiosas (LCWR), que apoya la ordenación sacerdotal de las mujeres, dijo hoy que confía en que la organización continuará dentro de la órbita del Vaticano mientras se celebra un diálogo "respetuoso" con Roma.

Hughes declaró que la LCWR -que representa al 80 por ciento de las más de 57.000 religiosas católicas de EEUU- espera seguir manteniendo un "diálogo respetuoso y afectivo" con las autoridades de la Iglesia católica, después de recibir una reprimenda del Vaticano por la postura de la conferencia sobre temas como la ordenación de religiosas o la homosexualidad.

En una rueda de prensa en Washington, Hughes afirmó que la conferencia de este año celebrada la semana pasada en el estado de Misuri registró un récord de participación de miembros de congregaciones de religiosas debido al momento tan "crucial" que viven con el Vaticano.

Las religiosas piden, además de la ordenación sacerdotal femenina, una mayor tolerancia del Vaticano en temas como la homosexualidad, el aborto y su lucha por la justicia social.

"Las miembros de la presidencia y la directora ejecutiva son las que participan en el diálogo con el Vaticano, pero si se les imponen condiciones deben hablarlo con los miembros de las congregaciones de forma previa", dijo Hughes.

"Es prematuro saber qué pasará si falla el diálogo", respondió Hughes, quien confió en que su organización pueda seguir vinculada a la Iglesia católica de manera canónica después de que hace cuatro meses el Vaticano las amonestara por su "radicalismo feminista".

En abril, la Congregación para la Doctrina de la Fe acusó a LCWR de "graves problemas doctrinarios", y anunció que tres obispos de EEUU se encargarán del asunto con las religiosas.

Hughes afirmó que esos obispos están mostrando una actitud "cordial, de escucha y de intercambio honesto", y aseguró que la intención de las hermanas es "seguir sirviendo a la Iglesia a través de la LCWR".

En cuanto al aborto, Hughes dijo que las monjas no toman este asunto de manera tan política como los obispos, y agregó que todas sus acciones, como la ayuda a madres y jóvenes, están pensadas para evitar la interrupción de los embarazos.

(Rd/Efe)