Meditando con los santos y beatos del día: S. BEATRIZ DE SILVA MENESES

Hoy, de 16 Agosto la Iglesia de España se viste de alegría para celebrar la fiesta de SANTA BEATRIZ DE SILVA MENESES, quien descansara en el Señor en un día como hoy de 1490 en Toledo, España. Nacida en 1424 en Ceuta, Marruecos, fue fundadora de la Congregación de la Inmaculada Concepción, de vida contemplativa, conocida como las Concepcionistas. En 1976 el Papa Pablo VI la declaró Santa. Unidos, pues, a quienes hacen de su vida un ejemplo de entrega a sus hermanos, brindemos nuestro vivo aplauso a Santa Beatriz De Silva Meneses.
Meditación
Nací en una ilustre familia, mi padre era un aguerrido caballero que se distinguió en la cruzada con los árabes, mi madre era de sangre real. Entre Ceuta y Campo Mayor tengo los mejores recuerdos de mi infancia. Mi madre era muy devota de la orden de San Francisco y fue así que yo y mis otros 10 hermanos fuimos educados bajo la guía de los padres franciscanos. Ellos sembraron en nuestras almas un amor especial a la Inmaculada Concepción. Por aquellos años, Juan II de Castilla contrajo matrimonio con Isabel. Tenía yo unos 23 años...y viendo la gran estimación que todos tenían de mí, la reina tuvo celos y me encerró por tres días en un cofre, sin que se me diera de comer ni beber. Pero, en mi defensa, acudió la Reina del cielo: se me apareció y me intimó a que fundara en su Honor la Orden de la Purísima Concepción. Y yo, rebosante de gratitud, me consagré a ella e hice voto de virginidad. Después de ser liberada, me di cuenta que era preciso cambiar de Palacio y me dirigí a Toledo, donde elegí el Monasterio cisterciense de Santo Domingo para la vida retirada que pensaba llevar, sin ser religiosa. Allí, viví treinta años dedicada a la oración, al sacrificio y al desprecio del mundo. Empleé todos mis bienes en dar culto a Dios y socorrer al pobre. Y mientras tanto, la Providencia fue preparando los acontecimientos para que la Reina Isabel La Católica se interesase en la Fundación de la Orden Concepcionista. Cuando venía a Toledo, encontraba siempre el tiempo para venir a conversar conmigo... Y así, una vez firmada la paz entre Castilla y Portugal, la Reina tuvo un motivo especial para apoyar la fundación de la orden concepcionista. Y nos donó unas casas de los palacios, donde pude concretar mi sueño. Pero, el día acordado para tomar los hábitos, la Reina del cielo me llevo con ella. Me iba al cielo, para guiar a generaciones de vírgenes, mejor desde allí. Radio Vaticano