El Congreso Eucarístico Internacional (CEI) se celebra este mes en Dublín, Irlanda. Su principal tema es: La Eucaristía: Unión con Cristo y Entre Nosotros.
Es el CEI sólo un encuentro de “los convertidos y los redimidos”? O causará un impacto que perdure en los temas de nuestro tiempo? Puede que sorpresivamente, el CEI pueda abrir una ventana en la doctrina de la Comunión de los Santos, la que muchos consideran piadosa; pero irrelevante en la actualidad. Esta doctrina, si se comprende a fondo, puede galvanizar suficiente energía para colaborar en cambiar el mundo, gracias a su énfasis en el compañerismo de una tarea común.
Pero, qué son los “santos”? Ese adjetivo fue, en un principio, aplicado a los miembros “ordinarios” de las primeras comunidades cristianas: ellos estaban vivos entonces. San Pablo se dirige a los Efesios como “santos” (1:1): él habla del amor de los Colocenses por “todos los santos”(1:3)
Entonces, qué eran los “santos”? Cuesta creer que los primeros cristianos eran muy diferentes a usted o a mí. Si eran diferentes, puede haber sido en su clara conciencia que algo maravilloso les había sucedido. Fue el resultado de todo lo que hizo Jesús por ellos. Llenas de gratitud, estas personas comunes y corrientes trataban de cumplir con la orden de amarse los unos a los otros. A menudo no la cumplían, como lo sabemos por las cartas de San Pablo sobre sus comportamientos. Pero ellos trataban de ser una red de personas altruistas y agradecidas. Trataban de estar en el lado de Dios – parte de la solución, y no del problema!
Más adelante la referencia de santos se aplicó a personas virtuosas que habían muerto. Pero ya es tiempo que rescatemos su significado original. Somos la “Comunión de los santos”. Cambiemos este nombre por un momento, y pensemos en una “Red de Buenas Personas” que tratan de cumplir el papel de acercarnos al Reino de Dios.
Las primeras comunidades cristianas fueron como faros de luz en un oscuro panorama. La calidad del amor que demostraban, atrajo a los que buscaban a Dios. Somos llamados a ser lo mismo: Una Red de Buenas Personas que sacamos fuerza de nuestro compañerismo, y que desafiamos la oscuridad de nuestro tiempo.
Texto: espacio sagrado
Foto: Roberto Bravo Vidal
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