Para finalizar el encuentro diario: Orar la Vida

La hermana Elena Ormazábal, ursulina de Jesús nos invita a reflexionar sobre el sentido de los que nos toca vivir.

ORAR LA VIDA

ACOJO - ORO - COMPARTO Y ENVÍO

A VARIOS GRUPOS Y PASES

ASÍ ENTRO EN LA “RED DE AMISTAD UNIVERSAL"

Marisa, desde pequeña, estuvo enferma debido a un problema cardiovascular. Cuando sus hermanos participaban en competiciones deportivas ella se quedaba con la abuela y se preguntaba ¿Por qué yo no puedo ser como lo demás? ¿Por qué, por qué?


Marisa leía mucho y los protagonistas le ayudaban, a veces, a asumir un poco su situación; solamente un poco...
Un día quiso hablar con sus padres sobre algo muy importante y les pidió que le precisaran el día de cita tranquila. Decidieron pasar un final de semana en el campo, en lugar bello y sereno... Allí podrían tener tiempo tranquilo para la  escucha solicitada y  para la alegría del encuentro familiar.


La comunicación de Marisa no fue muy larga, pero sí intensa y profunda, A ratos emocionante... La síntesis fue la siguiente:


Antes, viendo otras personas muy discapacitadas me consolaba un poco diciéndome:


"Yo estoy mejor y tengo más capacidades tanto corporales como psíquicas"... Ahora, desde mi  "Semana de terapia espiritual"  he cambiado. He descubierto  la misión de un enfermo en el corazón del mundo. Ahora, os digo, que, con plenitud, doy sentido a mi situación de enferma. Dar sentido a lo que vivo es capital para mí. Algún día os lo comunicaré con detalle… Por hoy solamente os repito que dar sentido a la vida es capital para todos y cada uno.




-¿Qué te interpela más en la historia de Marisa?


-¿Cómo te sitúas antes tus posibles debilidades o enfermedades?


-¿Despliegas tus valores a favor del bien común? 


-¿En el hoy de tu caminar das sentido a lo que te toca vivir?




Elena Oyorzábol: ursulina de Jesús- ujmondariz@yahoo.es

HOY ME SIENTO LLAMADA
A VIVIR LA COMPASIÓN


Dios-Amor,
hoy me motivas a vivir la compasión, 
compasión madura, misionera, universal. 
Me quieres compasiva conmigo misma,
hasta el punto de dar sentido a algunas flaquezas 
que me acompañan diariamente, 
mi salud de cuerpo 
y en mi energía de espíritu.


Compasión en mis discernimientos delicados, 
la elaboración de proyectos, 
en la realización de lo programado 
para la construcción de un mundo mejor.


Compasiva con tantos hermanos sufrientes
y muy limitados en sus posibilidades,
que sueñan con una recuperación. 
Esta les permitirá ser válidos
en determinados campos de la actividad profesional, 
artística o “fuera fronteras”.
Compasiva, sobre todo,
con los que, debido a la pobreza, 
están faltos de la atención necesaria
- para crecer como personas
- y para ser tratados 
   con el necesario respeto a su dignidad...


Elena 0.

CONFERRE