Lectura Misa del Dia Viernes Noviembre 21 2014
PRIMERA LECTURA
Apocalipsis: 10, 8-1
Tomé el librito y me lo comí.
Yo, Juan, oí de nuevo la voz que ya me había hablado desde el cielo, y que me decía: "Ve a tomar el librito abierto, que tiene en la mano el ángel que está de pie sobre el mar y la tierra".
Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el librito.
Él me dijo: "Tómalo y cómetelo. En la boca te sabrá tan dulce como la miel, pero te amargará las entrañas".
Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí. En la boca me supo tan dulce como la miel; pero al tragarlo, sentí amargura en las entrañas. Entonces la voz me dijo: "Tienes que volver a anunciar lo que Dios dice acerca de muchos pueblos, naciones y reyes".
Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí. En la boca me supo tan dulce como la miel; pero al tragarlo, sentí amargura en las entrañas. Entonces la voz me dijo: "Tienes que volver a anunciar lo que Dios dice acerca de muchos pueblos, naciones y reyes".
Palabra de Dios
SALMO
Del salmo 118
Mi alegría es cumplir tus mandamientos.
Más me gozo cumpliendo
tus preceptos que teniendo riquezas.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría,
ellos son también mis consejeros. R/.
tus preceptos que teniendo riquezas.
Tus mandamientos, Señor, son mi alegría,
ellos son también mis consejeros. R/.
Para mí valen más tus enseñanzas
que miles de monedas de oro y plata.
¡Qué dulces al paladar son tus promesas!
Más que la miel en la boca. R/.
que miles de monedas de oro y plata.
¡Qué dulces al paladar son tus promesas!
Más que la miel en la boca. R/.
Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón.
Hondamente suspiro, Señor,
por guardar tus mandamientos. R/.
la alegría de mi corazón.
Hondamente suspiro, Señor,
por guardar tus mandamientos. R/.
EVANGELIO
San Lucas: 19, 45-48
Ustedes han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones
Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo, intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor
No comments:
Post a Comment