Sunday, November 02, 2014

QUIA NOMINOR LEO por Vicente Martínez


El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es" (Jorge Bucay)
2 de noviembre, domingo XXXI de TO
Mt 23, 1-12
-Lo que os digan ponedlo por obra, pero no los imitéis; pues dicen y no hacen.
-El mayor de vosotros sea vuestro servidor.
En la clásica pirámide organizacional figuran en la cúspide los Maestros. Son los que dicen a los demás lo que tienen que hacer y ellos no hacen. Los que sentados en la cátedra de Moisés, lían fardos pesados y los cargan a las espaldas de los fieles.
No parece ser esto el Evangelio. Al menos el que predicó y vivió Jesús, y que tanto escandalizó ya entonces, a los jerarcas religiosos de su tiempo. Es posible que Pedro y la mayoría de los suyos hicieron novillos aquel día, y no asistieron a la magistral lección del Rabbí de Nazareth. Muchos andan todavía de novillos.
Y con qué fuerza debió de retumbar en el aula esta sentencia: "¡El mayor de vosotros sea el servidor de todos!" Muchos recogieron sus carpetas, se levantaron y se fueron. Escasamente algunos la aprendieron y luego practicaron.
En las clases de Jesús no se pasaba lista, pero dicen los anales que el Papa Francisco le escuchaba tomando apuntes en la primera fila. Al terminar, el estudioso alumno se le acercó y le pidió sus escritos evangélicos. Los desafíos contemporáneos le llevan a fijar hoy de nuevo la mirada en el preclaro profesor de antaño y, con alegría y esperanza, desempolva la necesidad de llevarlos urgentemente a la práctica recordándonos que "cada vez que regresamos a la fuente de la experiencia cristiana se abren nuevos caminos y posibilidades impensables" (Discurso del 4 de octubre de 2014).
Julio César se declara servidor del pueblo en su testamento, leído por Marco Antonio el día de su asesinato. Toda Roma tembló, y temblaron en ella todos sus ciudadanos y esclavos. Esto es lo que de él escribiera Shakespeare en su drama: "Lega, además, todos sus paseos, sus quintas particulares y sus jardines, recién plantados a este lado del Tíber. Los deja a perpetuidad a vosotros y a vuestros herederos, como parques públicos, para que os paseéis y recreéis.
¡Éste sí que era un César! ¿Cuando tendréis otro como él?"
En la reciente película de Spielberg (1913) se transcribe esta frase del  presidente Lincoln: "Sin maldad para nadie, con caridad para todos, la firmeza que nos da la fe en la causa de Dios, cuidando con ternura de sus viudas y los huérfanos de familiares muertos por esta causa: La emancipación de todos los esclavos. Porque todos somos iguales, todos libres, todos de la misma raza, hijos del mismo Dios".
Cayo Julio fue Dictador en la República. Presidente fue Abraham Lincoln en Democracia. Y Jesús ha sido servidor que con toalla ceñida y con jofaina, lava los pies a sus hermanos en toda suerte de gobierno. Podemos contemplar la bella escena de Tintoretto en El Lavatorio, exhibido en el Museo del Prado.

EL LEÓN, LA CABRA, LA VACA Y LA OVEJA
(Fábula de Fedro)
Andaban, al parecer, en perfecta armonía por las sierras un león, una cabra, una vaca y una oveja. Cazaron un ciervo, y habiéndolo dividido en cuatro partes, pensaba cada cual tomar la suya, cuando dijo el león con tono severo:
—"La primera parte es mía porque me llamo león; la segunda me pertenece porque soy más fuerte que vosotros;  me adjudico la tercera porque he trabajado más que vosotros; y si alguien me disputase la cuarta tendrá que habérselas conmigo".
De este modo, se quedó con todo el ciervo.
Moraleja: no conviene asociarse con los poderosos, porque se quedan el provecho y sólo dejan el trabajo a los débiles.

Vicente Martínez
Fe Adulta

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