¿Hay que ser un soñador o un cuerdo? ¿Hay que ser loco o juicioso? ¿Hay que aspirar a todo o conformarse con algo? ¿Los pies en el suelo o la cabeza en las nubes? Si soy sólo un soñador ¿a quién ayudarán mis quimeras? ¿Me enzarzaré en un mundo de fábulas y deseos que jamás tocará la tierra real donde la gente llora y ríe? Pero, si todos nos volvemos prosaicos y sensatos, razonables y prudentes, reposados y consecuentes ¿quién seguirá soñando que es posible tu reino? ¿Quién mantendrá viva tu lógica imposible, tu locura vencedora, tu debilidad fuerte?
pastoralsj
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