Lunes, 4 ago (RV).- Este mes de agosto en Chile está dedicado a la solidaridad, evocando la figura y la obra de san Alberto hurtado, jesuita chileno fundador del “Hogar de Cristo”, la casa para niños abandonados, pero también para hombres y mujeres sin un techo.
A lo largo de los años, las casas del Padre Hurtado se han ido multiplicando transformándose en algunos casos en centros de rehabilitación, de formación profesional y formación espiritual. Porque el P. Hurtado consiguió ver en cada persona que sufría, a Cristo sufriente, por este motivo dedicó toda su energía al anuncio del Reino a los considerados “últimos”, ayudándoles a mejorar sus condiciones de vida.
El P. Hurtado fue beatificado por el Siervo de Dios Juan Pablo II el 16 de octubre de 1994, y canonizado por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2005. Ante este reconocimiento y el peso de la labor realizada por el célebre jesuita chileno, el Gobierno del país decidió establecer el 18 de agosto, fecha del nacimiento del santo, como “Jornada nacional de la solidaridad”. Pero al mismo tiempo, la Iglesia en Chile invita a todos los fieles a que cada mes de agosto se viva de forma más intensa la caridad, en actitud espiritual de compartir, y con la voluntad concreta de dedicarse a los más necesitados.
Durante este mes de agosto se proponen diferentes actividades cuyo objetivo es profundizar en la dimensión social de la fe, en la participación en la liturgia, y en las colectar para realizar programas específicos. Asimismo se invita a reflexionar sobre el significado de la solidaridad en el interior de las familias y de las comunidades.
El objetivo unísono de estas iniciativas es la educación del corazón, el entendimiento de la situación de los pobres, enfermos, y niños, para crear una sociedad más fraterna, más humana, más atenta a la dignidad de cada persona.
El 23 de agosto se desarrollará en la Universidad Católica de la capital, Santiago, el VI Encuentro de trabajadores pastorales con el título: “Escuchar hace cambiar el mundo: cultura y espiritualidad de la solidaridad”. El orador principal será el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), y presidente de Caritas Internationalis.
Para el P. Hurtado su lema de vida era, como recordó Benedicto XVI: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón... y a tu prójimo como a ti mismo" (Mt 22, 37. 39). “Este sería el programa de vida de san Alberto Hurtado, que quiso identificarse con el Señor y amar con su mismo amor a los pobres. La formación recibida en la Compañía de Jesús, consolidada por la oración y la adoración de la Eucaristía, le llevó –evocó el Santo Padre durante la canonización del santo- a dejarse conquistar por Cristo, siendo un verdadero contemplativo en la acción. En el amor y entrega total a la voluntad de Dios encontraba la fuerza para el apostolado”.
En su ministerio sacerdotal el P. Hurtado destacaba por su sencillez y disponibilidad hacia los demás, siendo una imagen viva del Maestro, "manso y humilde de corazón". Al final de sus días, entre los fuertes dolores de la enfermedad, aún tenía fuerzas para repetir: "Contento, Señor, contento", expresando así la alegría con la que siempre vivió.
Ecclesia Digital
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