Los soldados marcharon por las calles de Roma en un intento por acabar con las actividades irregulares atribuidas principalmente a los inmigrantes. De entrada, fueron desplegados para desmantelar los campamentos gitanos en la ciudad, pero también contra el mercado negro, la prostitución y la mendicidad atribuidas, también, a los inmigrantes.
La legislación, aprobada el 23 de julio, incluye un nuevo delito criminal, "la inmigración ilegal", punible con sentencias de hasta cuatro años de prisión. Las personas que alquilen u ofrezcan alojamiento a inmigrantes irregulares podrían enfrentarse a penas de hasta tres años y sus propiedades, embargadas. Los jueces podrán expulsar a inmigrantes más fácilmente y habrá más circunstancias que lo permitan, los no italianos sufrirán condenas un tercio mayor que las de los italianos. Quienes admitan la falsificación de la identidad podrían enfrentarse a sentencias de entre tres y seis años.
Los partidos de la oposición, la Iglesia Católica y numerosas organizaciones de derechos humanos han mostrado su preocupación ante la nueva legislación, por el temor de que puedan exacerbarse tensiones raciales. En una entrevista a euronews.net, Anna Finochiaro del Partido Democrático de centro izquierda dijo que "no veía porqué alguien debería ser castigado con más severidad por ser inmigrante irregular", añadiendo que la ley minaba el principio de igualdad.
Una declaración conjunta del JRS, Caritas Italia y la Fondazione Migrantes dijo que el "denominado paquete de medidas de seguridad" imponía "condiciones extremadamente restrictivas a la reunificación de esposos" y que era contraria a "permitir la unidad de la familia en la emigración, algo a menudo crucial en términos de seguridad".
"La legislación es sintomática del enfoque del nuevo gobierno hacia la inmigración. Desde que empezó a gobernar en abril, el nuevo gobierno ha ayudado a alimentar el sentimiento xenófobo en Italia donde los campamentos de gitanos en el norte y en el sur han sido quemados por grupos de vigilantes. La propuesta de fichar a todos los gitanos, incluidos niños fue contestada con protestas masivas de observadores de izquierda a principios de mes", dijo el responsable de medios de comunicación del JRS Europa, Michael Donohue, a Dispatches el 30 de julio.
"Lo preocupante es que las voces disidentes son cada vez menos en Bruselas, alegando que hay quienes dentro de las cámaras europeas no se opondrían a cambiar un Barroso por un Berlusconi. El paquete de medidas italiano podría, o no, ser un precedente para que otros estados miembro lo imiten, pero no hay duda que es probablemente la ley de inmigración que muchos desearían implementar bajo la presidencia francesa" añadió Donohue.
JRS
Story dated: 05/08/08
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