Gudrun Sailer trabaja desde 2003 en la sección alemana de Radio Vaticana. Al llegar a la Santa Sede le sorprendió descubrir la cantidad y diversidad de mujeres que trabajan en el Vaticano. A partir de ahí nació la idea de recoger sus aportaciones en el libro Mujeres en el Vaticano, un volumen que ya va por la tercera edición en Austria, aunque aún no se ha editado en España. De su libro ha conversado con Marta Nin en una entrevista publicada en el número de agosto de la revista cristiana de hoy.
Monjas que atienden la centralita, laicas consagradas y seglares que desempeñan los más diversos cometidos. Incluso los archivos vaticanos revelan que en los siglos XVI y XVII hubo mujeres que con sus manos contribuyeron a la construcción de la Basílica de San Pedro. “Hay mucho por descubrir y dar a conocer sobre el papel de la mujer en la Iglesia”, dice Sailer.
En la actualidad, el 16% del personal vaticano está compuesto por mujeres. En total, unas 600. El nivel de responsabilidad más alto lo desempeña Enrica Rosanna, subsecretaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada. “En realidad, es un trabajo que no podía desempeñar una mujer y para que ella lo cubriera Juan Pablo II estipuló por escrito una excepción”.
Respecto al futuro de las mujeres dentro de la Iglesia, Gudrun Sailer se muestra optimista. “La Iglesia no está hecha solo para los sacerdotes, la Iglesia está ahí para todos y creo que, sobre todo, está hecha para los laicos e incluso para los no católicos”. En este sentido, Sailer considera que la institución tendrá que abrirse más, aunque opina que “bajo Benedicto XVI no podemos esperarnos grandes avances en material de visibilidad de las mujeres, no es una de sus prioridades”.
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