Sunday, August 24, 2008

Tíbet toma la palabra en la Expo de Zaragoza y lamenta que los Juegos en Pekín no hayan cambiado nada


El Tíbet tomó ayer la palabra en la Exposición Internacional de Zaragoza donde ha criticado la actual represión del Gobierno chino a su población y ha lamentado que la oportunidad que les brindó los Juegos Olímpicos de Pekín para abrir los ojos al mundo y “cambiar algo” se haya quedado finalmente en “nada”.

Para ello ha viajado hasta el pabellón de Iniciativas Ciudadanas, El Faro, el director de la Casa del Tíbet en Barcelona, Thubten Wangehen, quien ha confiado en que la bandera de su país pueda ondear algún día entre las del resto de participantes en un acontecimiento internacional como la Expo, informó la agencia Efe desde Zaragoza.

El lama Thubten Wangehen ha dicho que, antes de que comenzaran los Juegos Olímpicos, algunas autoridades internacionales, como el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, hablaron de boicotear el acontecimiento pero al final no han hecho “nada”. A su juicio, el Tíbet tiene el favor de la comunidad internacional hasta que se empieza a hablar de economía, momento en el que “todo el mundo” se pone del lado de China. “Invadieron Tíbet, pero Tíbet no está desaparecido del mundo”, ha aseverado el lama.

En este punto, Thubten Wangehen ha subrayado que no debe culparse al pueblo chino sino a su Gobierno de la situación que sufren los tibetanos y ha defendido la doctrina budista para rezar por sus “vecinos queridos” y tener buen corazón con ellos.

Así, ha relatado que sus “maestros de paciencia chinos” les llevan dando lecciones durante cincuenta años sobre cómo no enfadarse, aunque ha asegurado que el “mejor amigo” no es el que imparte clases de paciencia.

También ha cuestionado el rumbo de la tecnología y la economía mundial, y ha incidido en que el materialismo, que no es malo en sí mismo, acaba por enfermar al espíritu con la competitividad, los nervios y la envidia en un mundo en el que el dólar y el euro se han convertido en dioses modernos.

En este sentido, ha señalado que los productos “Made in China”, que copan los mercados mundiales, no “merecen la pena” porque “lo barato sale más caro” y, además, están siendo fabricados por “pobres chinos”, “prisioneros” de las cadenas de producción.

En cuanto a su presencia en la Expo ha comentado que esta tarde lanzarán al Ebro el “mandala de compasión” que durante los últimos días se ha ido componiendo en El Faro, como un símbolo de purificación del agua de los ríos.

A este respecto, ha hecho hincapié en que el modelo de desarrollo chino está contaminando incesantemente los grandes ríos que nacen en las montañas del Tíbet y ha expresado su malestar por el deterioro de esta riqueza natural.

Un mandala -ha explicado- es un dibujo tradicional tibetano formado por granos de arena de colores que representa la armonía y el equilibrio entre el cuerpo, la mente y la palabra, y su destrucción refleja la impermanencia de lo material, que todo evoluciona y nada dura para siempre.
José Martínez de Velasco
Del blog "El trastevere"
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