Saturday, August 15, 2009

Por los hijos de los hijos (de la HOAC)… ¡Amén!


Por Pedro J. Navarro
RD
Sábado, 15 de agosto 2009
Esos hijos de los hijos pueblan hoy la guardería del San Juan Evangelista. Bueno, guardería no, porque suena más políticamente correcto en estos tiempos lo de “Campamento Urbano”. Nuestros hijos, los que traemos a este mundo y a la Asamblea, pululan en medio de los debates, los plenarios, los 3 minutos, el Quehacer Apostólico Comunitario y el Proyecto Evangelizador, como lo hemos hecho nosotros mismos desde aquellas asambleas de Valladolid, Granada, Valencia, Madrid, Zaragoza, Gijón…

Nos devanamos el seso, después del sexo, en incorporarlos a las plantillas del PPVM y ¡maldita sea la gracia!, siguen erre que erre.
No me negarán –a aquí viene la lectura creyente de la realidad- que esos 103 churumbeles de la guardería/campamento son una bendición de Dios. Muestra palpable de que hay padres y madres, abuelos y abuelas, detrás de ellos. Esto es, que hay vida entre asamblea y asamblea. Y tiempo para que el Sector 3 tenga pleno sentido y vigencia para los próximos años. La paternidad responsable del Vaticano II cobra vigencia, y aunque llegaron las gomitas y las pastillitas, y con ellas, el ¡quieto parao!, nadie podrá negarnos a los de la HOAC que cumplimos el magisterio de la Iglesia en todo… o en casi todo.
Y no hablemos de los hijos de primera generación, aquella del baby boom que llegamos a este mundo en los 60 y en los 70. ¡Estamos aquí! ¡Y tenemos nuestro espacio! Y ahora tratamos de convencer a nuestros hijos de que la HOAC no muerde, que en la guardería/campamento conocerían a otros hijos de los hijos, y que no están solos en sus reproches, porque nosotros somos la muestra palpable de ello. Rememoramos los recuerdos de otras asambleas y la cercanía con los militantes veteranos. Entre ellos, Jesús Martín, al que ya veía yo como venerable y longevo santo en vida hace más de treinta años. Es como Sara Montiel, a la que mi padre ya veía mayor cuando él era un crío.
Un recuerdo cariñoso, como el que derrocha uno de mis hijos, el pequeño, cada semana, cuando nos pregunta: ¿hoy vienen a casa los de la pandilla de la HOAC? Pues sí, esa pandilla crece, mejora con los años, y es capaz de no obedecer los dictados/consejos de la Comisión Permanente y cargar al hombro con lo puesto y sumergirse en la asamblea con mujer/marido e hijos… de los hijos. A lo mejor, en la próxima cita, hasta llegue la cuarta generación. Y Jesús Martín volverá a sonreír y preguntará por los bisabuelos de los que estén en la guardería.

No comments: