Lima (Patricio Downes/RD).- "Es complicado pedirles paciencia, pero sí les pido fe, el Sñor Jesús y la Virgen no los van a dejar solos" dijo el cardenal de Perú, Juan Luis Cipirani, dirigiéndose a la población del sur del Perú, devastada hace dos años por un terremoto, pero que no ha recibido aun la ayuda necesaria ni suficinte.Con ocasión de la Festividad de la Asunción, sin embargo, se dirigió a las autoridades rogando "para que este segundo año de conmemoración del terremoto que afectó al sur del Perú sea el inicio del final, para que nuestros hermanos de esa zona del país puedan ver obras concretas de casas, escuelas, hospitales e iglesias en las zonas damnificadas"."Un poquito más de estabilidad a todos los que tenemos una responsabilidad: medios de comunicación, políticos, alcaldes, sin ánimo de problemas, y sí con el ánimo de asumir responsabilidad con mayor peso", exhortó el arzobispo de Lima, en su programa "Diálogo de Fe" del sábado 15 de agosto, en el que prometió el dinero para reconstruir el templo de Pisco.
El arzobispo de Lima recordó cómo luego de la tragedia del terremoto en el 2007, todo el Perú se movilizó para ayudar a los damnificados, pero que luego no se ha asumido la responsabilidad en la reconstrucción a plenitud. Por ello, invocó a todos los peruanos a predicar más solidaridad, voluntariado, tolerancia y unidad para reconstruir las zonas afectadas.
"Las cosas no se resuelven insultándonos o criticándonos unos a otros, se resuelven generando más solidaridad, voluntariado y unidad para sacar esto adelante", recordó. Además, reiteró su ofrecimiento de reconstruir la Iglesia de San Clemente de Pisco, ubicada en la Plaza de Armas de esta ciudad.
"Ese templo de Pisco lo voy a hacer con la ayuda de toda la gente de Lima. Pongamos todos esa gota de optimismo y entusiasmo. A veces, un país se puede medir en ¿cuánto se demoró en reconstruir? Más que criticar, desde aquí sigo ayudando, acompañando, rezando y trabajando en ese proyecto de la Iglesia de Pisco, que la tendrán", mencionó.
El Cardenal Cipriani destacó la virtud del consuelo de la Virgen María, tan importante regalo para todos, en una vida que nos pone frente al dolor. "En la vida existe el dolor. Vivir supone dolor: trabajar, esforzarse, la salud, la enfermedad, educar a los hijos. Este consuelo es muy importante para el ser humano. Le pedimos a la Virgen ser ese consuelo para mis desánimos, dolores, faltas y tristezas", invocó.
Finalmente, el Arzobispo de Lima reiteró que los cristianos y católicos veneramos a la Virgen María y no la adoramos como a veces se desinforma; así como reconoció la convocatoria que tiene la Virgen María, en sus diferentes advocaciones marianas en el mundo. "María en el mundo entero convoca multitudes: Fátima, Lourdes, Guadalupe; aquí mismo, la Virgen de Chapi que hoy Arequipa celebra su día y desde aquí saludamos. Son señales muy claras de que hay algo divino en esta parte humana de María y de toda mujer, la belleza y el amor. Y en este año de los sacerdotes le pedimos a ella: Madre mía: protege, cuida y ayuda a los sacerdotes para que seamos fieles y santos", culminó.
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