El español Alfonso de Galarreta, jefe de la delegación lefebvriana
El Vaticano anunció hoy el inicio el próximo 26 de octubre de una serie de conversaciones con representantes del grupo cismático Fraternidad San Pío X, también llamados lefebvristas o lefebvrianos, de cara a su regreso bajo la tutela de Roma.
El vocero de la Sede Apostólica, Federico Lombardi, confirmó que el primer encuentro se llevará a cabo en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, mientras los contenidos de las conversaciones permanecerán como "estrictamente reservados".
Esto porque se tocarán "cuestiones doctrinales abiertas", aunque al término de las reuniones será dado a conocer un comunicado.
Los representantes del Vaticano serán Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei"; Luis Ladaria Ferrer, secretario del dicasterio de la Doctrina de la Fe; y Charles Morerod, secretario de la Comisión Teológica Internacional.
Así como Fernando Ocáriz, vicario general del Opus Dei, y Karl Josef Becker, ambos consultores del gobierno central de la Iglesia católica. El jefe de la delegación lefebvriana será el español Alfonso de Galarreta.
El objetivo de las pláticas es acabar con el último cisma, cronológicamente hablando, de la Iglesia romana que se consumó en 1988, cuando el arzobispo francés Marcel Lefebvre ordenó a cuatro obispos de su movimiento sin permiso del Papa.
Desde ese momento el ordenante así como los ordenados y su fraternidad quedaron fuera de la comunión con el pontífice, aunque su visión crítica hacia Roma se remonta al Concilio Vaticano II (1965) y sus consecuencias.
Lefebvre, quien participó de concilio, rechazó sus reformas sobre todo en el ámbito de la liturgia despreciando la introducción de las "lenguas vernáculas" en las ceremonias, es decir el rezo de la misa u otros ritos en los idiomas de cada país y no en latín.
Además de ver con malos ojos el movimiento ecuménico (la relación institucional con otras iglesias cristianas ortodoxas y protestantes), así como el diálogo interreligioso.
Tras una serie de gestos de acercamiento impulsados por el Papa Benedicto XVI, como el levantamiento de las excomuniones que pesaban sobre los obispos ordenados por Lefebvre en 1988, por primera vez en 20 años ambas partes se sentarán a negociar en una misma mesa.(RD/Agencias)
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