La recién nombrada Directora del Servicio Jesuita a Refugiados para América Latina y Caribe (SJR-LAC), Merlys Mosquera, nos explica a su paso por Entreculturas la compleja realidad de un país como Colombia que, a día de hoy, podría definirse como el epicentro de la migración en latinoamérica.
¿Cuál es la realidad de Latinoamérica-Caribe en términos de movilidad humana? ¿Es Colombia el "punto caliente de la región"?
En América Latina y el Caribe hay múltiples flujos migratorios: mexicanos y dominicanos que se mueven hacia Estados Unidos; peruanos y ecuatorianos hacia España; y los haitianos y colombianos que se desplazan a distintas latitudes. Estos dos últimos grupos son considerados actualmente migrantes forzados. Por una parte, las condiciones de pobreza y los efectos del terremoto del 2010 han incrementado los índices de movilidad de los haitianos. Respecto a Colombia, el conflicto armado ha convertido a este país en uno de los territorios con mayor índice de desplazamiento interno. Además de las aproximadamente 500 mil personas con necesidad de protección internacional que se encuentran en los países fronterizos como Ecuador, Venezuela y Panamá. En este sentido, se podría decir que Colombia es, efectivamente, el epicentro de la migración en América Latina.
¿Qué percepción se tiene en Colombia de la "acogida" (ya sea en las otras poblaciones del propio país, ya sea en los países vecinos, ya sea en el Extranjero)?
Creo que hay una doble percepción respecto a las personas colombianas en los procesos de acogida, especialmente en el extranjero. Por una parte los colombianos son bien recibidos en otros países, especialmente por su talante trabajador. Sin embargo, también reconocen que la atmósfera creada en torno al narcotráfico y el hecho de ser identificados con grupos armados les ha supuestos un estigma difícil de borrar en el establecimiento de relaciones con otros pueblos.
En su opinión, ¿la movilidad humana lleva aparejada el conflicto? ¿por qué?
Creo que la historia ha demostrado que los grandes movimientos humanos no son necesariamente producto de conflictos, aunque en la mayoría de los casos suponen situaciones conflictivas. Actualmente, el fenómeno de la movilidad humana es subyacente a conflictos sociales o políticos, como en el caso colombiano con 4 millones de desplazados aproximadamente. Sin embargo, otros fenómenos como los desastres naturales empiezan a aparecer como causa de desplazamiento, (un ejemplo de esto lo encontramos en el caso haitiano).
¿De qué manera podemos intervenir en las sociedades de acogida para que la recepción de migrantes no genere enfrentamiento?
Uno de los retos de las sociedades de acogida es desarrollar una conciencia colectiva de la diversidad cultural que supone la inmigración. Además, la forma como esta diversidad sea gestiona, redundará en beneficios en el mantenimiento de la armonía social. Desde el punto de vista colectivo e individual hay muchas experiencias exitosas para la prevención de "enfrentamientos" culturales, sin embargo creo que la promoción del diálogo intercultural y multicultural son los mejores garantes de una buena convivencia en sociedades mixtas.
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Entreculturas
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