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Friday, September 23, 2011
La protesta por la visita, menos multitudinaria de lo esperado
5.000 personas, en la Puerta de Brandeburgo
«Papa go home» y «Ningún poder para los dogmas»
Una salva de 21 cañonazos recibió a Benedicto XVI en el aeropuerto de Tegel, donde le esperaban el presidente Christian Wullf, su esposa y la canciller Angela Merkel. Pero en el otro extremo de la ciudad, la visita del Papa alemán tenía un significado diferente para diversas personas que habían sido víctimas de abusos sexuales perpetrados por curas católico. Unas cien personas, todas vestidas con camisetas de color negro, se reunieron para protestar por la presencia de Ratzinger en Berlín. Lo cuenta E. Müller en Diario Montañés.
Sin que nadie les impidiera denunciar su frustración ante la pasividad mostrada por la jerarquía católica, el grupo portó una enorme y diabólica monja de cartón que llevaba en una mano un crucifico y en la otra un palo, y que mostraba en su pecho una frase categórica: «¡Nunca más!».
La manifestación en la Puerta de Brandeburgo marcó el comienzo de una jornada que había atemorizado a las autoridades y a los responsables de la seguridad papal a causa de una multitudinario acto de protesta que había sido convocada por varias organizaciones de homosexuales, laicos y grupos que se sienten excluidos por la Iglesia.
Los organizadores habían señalado que más de 20.000 personas responderían al llamamiento, pero la realidad fue diferente. No más de 5.000 personas acudieron a la cita portando pancartas con inscripciones como «Papa go home» y «Ningún poder para los dogmas».
La protesta, apoyada por varios parlamentarios que decidieron boicotear el discurso del Papa en el Bundestag, se inició en la Postdamer Platz y concluyó en la histórica Babelplatz, frente a la principal iglesia católica de la ciudad. Pero, a diferencia de lo que ocurrió en Madrid, la manifestación fue pacifica y casi tuvo un aire festivo.
«En nuestra constitución está escrito que todas las religiones deben ser tratadas equitativamente. Para mí esta invitación (a pronunciar un discurso en el Bundestag) no respeta esta disposición», declaró el parlamentario socialdemócrata Rolf Schwanitz.
RD
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