Monday, February 18, 2013

ALBOAN/JESUITAS: EN DIRECTO DESDE CONGO


CRÓNICA 6: Cuando 40 km/hora es una velocidad de vértigo


El viernes y el sábado hemos estado visitando dos de las comunidades en las que tienen su sede las cooperativas agrícolas con las que trabajamos. Hemos tenido la suerte de estar presentes en sus Asambleas y ha sido muy enriquecedor. Tanto como eso ha sido el viaje para llegar y regresar de allí.

finales de enero y comienzos de febrero hay una pequeña semana de “estación seca”que permite recoger la cosecha esos días. Cuando llegamos, en un primer momento nos decían que estábamos en esa estación lo que podía beneficiar nuestro viaje. Pero el cambio climático se nota y la noche anterior a nuestra partida, llovió.

Salimos pronto por la mañana, paramos a hacer las compras de la comida antes de ir “al campo”, “al terreno”. La carretera, de una sola vía, combina largas zonas de arena, subidas y descenso sobre barro con zonas en las que el camino está completamente lleno de vegetación y la vía, a ratos se intuye y a ratos yo creo que se inventa.

En el camino de ida un camión que sacaba el maíz recién recogido se queda sin gasolina. Hay que esperar que le traigan gasolina. Otro camión que está tras éste tiene problemas con la batería. Como estos camiones nos impiden el paso, aprovechamos para charlar, para salir del coche, estirarnos y, de repente, una explosión. La batería ha explotado. Un camión pasa al otro la gasolina, al de un rato pasan unos jóvenes a pie llevando la batería y cuando esperas que todo se vaya a demorar mucho rato ¡podemos pasar! Uno de los camiones ha utilizado la gasolina que tenía para intentar apartarse del camino y nos arreglamos para esquivar a duras penas el otro y poder seguir camino.

Por ser mundele y mujer voy de copiloto. Puedo disfrutar de un paisaje precioso pero soy consciente que voy en el asiento más peligroso. Disfruto del camino sintiéndome a ratos en los autos de choque al aire libre y otros ratos delante de la máquina para renovar el permiso de conducir que siempre suena por todos los lados. Kaká que nos lleva de camino resulta ser un conductor de primera.

El viaje de vuelta es el que me resulta más divertido. Salimos de una comunidad bastante alejada sobre las 16:30 en una furgoneta en la que vamos a acercar a bastante gente a sus comunidades en el camino de vuelta. Al venir nos pasó lo mismo, fuimos subiendo a bastante gente cooperativista que llegaba justa a la reunión y enseguida se ponen a hablar y sobre todo a contar historias y reírse. Hay dos mujeres que son especialmente graciosas según parece. Nos intentan traducir alguna de sus reflexiones o expresiones pero ¡no es posible! ¡Tendrían que traducirnos no solo el idioma, sino todos los significados e historias que esconde!

Ha llovido más y hay más zonas con dificultad, Kaká y Rum (su ayudante) analizan el tramo que nos toca pasar y con su pala y su azada van poniendo hierba si se trata de zona arenosa o palos en el caso del barro para poder pasar. Así vamos avanzando a medida que avanza el día y llega la noche, entre paradas y zonas en las que tenemos que revolucionar el coche a tope para que pueda pasar por la arena. Llegamos a una especie de trinchera de terreno arcilloso en el que Kaká para subir acelera de tal manera y va a tal pastilla que los ojos se me escapan a mirar a cuánta velocidad nos lleva este loco ¡40 kilometros/hora! Y a mí me parece que estoy en el coche con Carlos Sainz! ¡Qué relativo es todo!

A lo largo del camino nuestro coche, con el motor revolucionado y de vez en cuando con el claxon, avisa de su llegada para que los “más pequeños” que él le dejen espacio: personas, bicicletas, motos… A las 19:00 nos encontramos con un grupo de jóvenes que nos piden que vayamos más despacio. Se trata de una comitiva que traslada ¡un generador! Llevaban el generador sobre unos palos de bambú y con el susto de que llegábamos se les ha desmontado todo.¿Con ese generador a dónde van? es nuestra primera pregunta. Moïse el director del CDS-Kisantu con quien trabajamos nos explica entre risas que seguro que es para hacer una fiesta y nos recuerda que hoy es sábado a la noche. Como la vida sigue el ritmo natural y anochece a las 18:00 mi compañero dice: pero la fiesta ya la habrán hecho e irán de vuelta ¿no? Más risas porque estos mundele no se enteran. La fiesta todavía está por comenzar. En cuanto llegue la música, comenzarán a danzar hasta las tantas de la mañana.

Ahora nos toca a nosotros, nos encontramos un camión, como somos más pequeños nos toca ir marcha atrás unos 800 metros por estas caminos de barro para hacernos a una esquina, dejar al camión que pase y quedarnos encajados en el barro. Una vez más toca bajar y sacar pala y azada.

Un poco más adelante vemos a otro grupo llevando unos bafles del tamaño casi de una persona. Moise ríe ¡sí que van a hacer ruido! Son las 20:45 y todavía nos cruzamos con otros grupos de jóvenes cargando otro generador ¡espero que sea para una fiesta diferente sino los anteriores…!

Llegamos a nuestro destino en torno a las 22:30 con pocas ganas de fiesta y con un conocimiento más claro de qué era aquello de que la carretera era un problema para este proyecto de cooperativas agrícolas. Ante ello ¿qué hacer? En el proyecto proponemos que la gente se comprometa a arreglar las carreteras, al mismo tiempo que van haciendo propuestas en los planes de desarrollo local con sus autoridades para que el se asuman la reparación de carreteras y también exigir al ministerio correspondiente para que de una solución a estas carreteras. Porque pueden parecer intransitables pero ¡mucha gente y más mercancías dependen de ellas!

CRÓNICA 7: EN CONGO, SE PONEN MORADOS


Desde que hemos llegado a Congo me sorprende cómo en revistas, periódicos y en los discursos de las organizaciones con las que hemos estado la violencia hacia las mujeres es un hecho sobradamente presente.

No es de extrañar ya que en el Este de Congo, con una guerra latente, las mujeres sonutilizadas como “arma” o “víctimas” de esta guerra. Es un caso alarmante por el gran número de mujeres sobre todo desplazadas y refugiadas que son violentadas continuamente. Hay quien lo señala como un caso más paradigmático que el de Ciudad Juarez (México) aunque con menor impacto en los medios de comunicación. No obstante, el último encuentro de la Marcha Mundial de las Mujeres se realizó en esa zona y nos mostró esta realidad pero también la de gran cantidad de grupos de mujeres que se unen para hacer frente a esta vulneración de los derechos humanos tan aberrante.

La Región del Bajo Congo en la que estamos no vive esta situación tan escandalosa de violencia hacia las mujeres. Sin embargo, la realidad nos muestra una permanente desigualdad social y violación de los derechos de las mujeres. Una investigación reciente realizada en 2011 nos mostraba los siguientes datos:
  • Diferencias entre el tiempo dedicado de mujeres y hombres a cargas domésticas y de producción: las mujeres dedican 14h 45’ frente a 5h 45’ los hombres;
  • Tiempo de sueño: 7 horas frente a 10 para los hombres;
  • Tasas bajas de escolarización: 42,8% para las niñas y 57,2% para los niños;
  • Los tribunales y comisarías de la provincia registraron 1.350 casos declarados de violencia sexual entre 2001 y 2005, y 700, solo en el primer semestre de 2006.
Frente a ello me sorprende la dignidad y estilo con que muchas de las mujeres caminan por la vida, la sabiduría que cargan sobre sus cabezas y la sonrisa de acogida a las personas desconocidas. Sin duda, más en la capital, hemos visto actitudes y expresiones de sumisión y sometimiento. Esto es debido, entre otras cosas, a que las mujeres llevan siglos siendo sometidas a violencias continuas.

Es dura la vida aquí y más para las niñas y las mujeres. Pero hay cosas que están cambiando como es el acceso a la educación de las niñas y jóvenes. La unión de las mujeres y su generación de alternativas y, a veces, de estrategias para escapar de este sistema tan desigual es otra de las luces de todos los tiempos.

Pero, sin duda, es necesario que no solamente el Congo sino todas y todos nos pongamos morados y sigamos eliminando las desigualdades entre mujeres y hombres. Por eso, en el proyecto que estamos identificando optamos, entre otras cosas, portrabajar con las niñas y los niños de hoy, hombres y mujeres del mañana para que podamos disfrutar de un mundo más justo y en equidad.



CRÓNICA 8: El FÚTBOL, MÁS ALLÁ DE LAS DIFERENCIAS CULTURALES


Quien sigue estas crónicas sabrá que llegamos a la República Democrática de Congo el día que perdieron el partido para continuar en la Copa África. Perdieron contra Malí que el siguiente domingo ganó el partido pero que ya han sido eliminados. Este domingo, de nuevo en Kinshasa (kin por aquí), seremos testigos de una final que pocos pensaron: Nigeria- Burkina Faso (país anglófono contra francófono, entre otras cosas).

Durante estos días, en la identificación del programa, hemos escuchado diversos debates sobre lo que es propio de la cultura africana, lo que ha sido traído aquí, las bondades de unas cosas y las maldades de otras. El caso es que más allá de toda discusión, la realidad nos muestra que el fútbol es un valor universal y que no importa quién se lo haya inventado ya que todas las culturas disfrutan con él.

Aquí en el CDS Kisantu, la organización con la que trabajamos, los hombres se están entrenando estos días porque desde la Universidad les han invitado a jugar un partido. Parece que los de “nuestra organización” cuentan con ventaja, según ellos, porque cuentan con varias personas en prácticas, gente joven y que puede aguantar todo el partido. Esperan que la Universidad no tire de sus estudiantes porque sino… El partido será a comienzos de marzo así que ¡nos lo perdemos!

En las comunidades en las que hemos estado cuando decimos que somos de España enseguida mencionan al Barça y al Madrid. De hecho, el conductor que nos llevó a las comunidades se hacía llamar Kaká. Hablando del Barça y el Real Madrid en una conversación nocturna en las comunidades en torno a unos cacahuetes y unas cervezas tuve la osadía de llevar la contraria a mi compa sobre las bondades como entrenador de Mourinho. ¡Vaya risas las de los compañeros africanos! Dicen que las mujeres no opinan de fútbol y se parten de risa con mis aportaciones. Yo me río también porque mis opiniones sobre Mou tiene más relación con su trabajo en equipo, estilo… que con su estrategia futbolística pero esto ni lo explico.

Estando en las comunidades constatamos que hay cosas que cambian en las culturas (algunos de los y las jóvenes de aquí llevan cascos como en casi cualquier sitio del planeta hoy…). Las culturas cambian y las culturas se comparten y, desde hace tiempo, el fútbol supera todas las barreras culturales y es un placer compartido e incuestionado por muchas culturas del planeta.



CRÓNICA 9: LA BRUJERÍA, UNA FORMA DE MEDICINA



En el camino a las comunidades recogemos con el coche a una madre con un niño de meses que muestra todos los síntomas de la desnutrición. Parece ser que tiene un problema en la garganta que le impide succionar y tomar la leche necesaria del pecho de su madre. Aquí se cuenta que alguien le ha echado un mal de ojo a ese niño y que difícilmente saldrá adelante. También cuentan que los niños y niñas enfermizos son maldiciones contra una familia para acabar con ellas por el dinero que tienen que invertir en su cura.

Nos hablan también de enfermedades de personas que se explican fundamentalmente por que alguien no le quiere bien. Es lo que aquí llaman brujería y es a las personas que saben de ello a las que acuden cuando hay algún mal de este tipo en la familia.

Entonces yo me acuerdo de las herboleras, las brujas quemadas, la gente que acude a la homeopatía, a medicinas más holísticas en las que lo relacional tiene un papel tan fundamental en el desarrollo de enfermedades y siento que no estamos ni tan lejos ni tan equivocadas.

La salud implica a la persona en su conjunto, el medio ambiente en el que se desarrolla y las relaciones interpersonales. Sin duda, la medicina “occidental” también hace un servicio muy importante aquí. Lo vemos todos los días porque vivimos al lado de un hospital y compartimos casa con unas monjas que trabajan en él. Además del trabajo en el hospital han puesto en marcha una huerta para que las personas enfermas mejoren su nutrición, también trabajan con personas enfermas de SIDA y tuberculosis, visitándolas hasta la casa para que no se olviden de los tratamientos…

De nuevo las relaciones, claves para la salud. En eso estamos profundizando en las relaciones entre pueblos para mejorar “la salud”, la buena vida de nuestros pueblos.

ALBOAN

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