El ayuno es una tradición común a muchas religiones. Se cree que a través de la renuncia conciente a los alimentos los sentidos se concentran mejor en los aspectos espirituales y los creyentes se acercan así más a Dios. En el cristianismo, la cuaresma recuerda los días de penitencia de Cristo en el desierto, luego de su bautismo y antes de comenzar con sus enseñanzas.
Del polvo venimos...
El miércoles de ceniza comienza para los católicos la Cuaresma, que termina el día de Pascuas, la mayor celebración de la Iglesia Católica. Del miércoles de ceniza hasta Pascuas hay 46 días, pero los domingos no se ayuna. La cruz de ceniza simboliza el reconocimiento de los pecados y es un llamado a mejorar y a volver a la vida espiritual.
Mirar hacia adentro
El ayuno propicia una toma de conciencia y el acceso a la libertad espiritual, que permiten otra mirada hacia las cosas esenciales de la vida. Algunos eligen practicar la oración o la meditación en soledad, mientras otros prefieren la compañía de otras personas y lo hacen en grupo.
Dejar atrás las inhibiciones
La Iglesia Protestante de Alemania llama a los creyentes a cambiar sus costumbres bajo el lema de “Siete semanas de renuncia” (7 Wochen ohne) durante la cuaresma, y a “arriesgar sin temor”, con la esperanza de que se dejen atrás la comodidad y las inhibiciones que, si se las pone como excusas, a veces impiden el crecimiento espiritual y la trascendencia.
Ayudar y concientizar
La obra episcopal Misereor organiza todos los años para la Cuaresma un gran evento a fin de recaudar fondos a través de donaciones. Esta vez, su título es “Estamos hartos del hambre”. Los responsables tratan de recolectar ayuda económica para las 870 millones de personas que sufren de hambre en el planeta, y además hacen que la gente se replantee sus costumbres alimentarias y de consumo.
Renunciar a los placeres
Durante la Cuaresma, en Alemania también las personas no religiosas practican la renuncia a ciertas sustancias, como el alcohol o los cigarrillos, con el objetivo de mejorar su estado físico y de salud. Los dulces y la carne también se consumen en menor medida, y hay quien trata de no mirar tanta televisión ni utilizar la computadora o el móvil en la medida en que lo hace cotidianamente.
Limpieza interior
En Alemania se acostumbra practicar el “ayuno terapéutico”, en el cual se ingieren jugos de frutas, cereales, sopas, y todo aquello que ayude a desintoxicar el organismo. “Heilfasten”: así se llama esta tendencia que se ve especialmente durante la Cuaresma y es tema de numerosas publicaciones y programas en los medios de comunicación.
Meditación
La oferta para meditar es amplia. Algunos hoteles y lugares de vacaciones en Alemania amplían su programa con curas y un programa especial de ejercicios y alimentación sana. Otros ofrecen cursos de yoga o de cerámica. La meta es, como en el ayuno terapéutico, la regeneración del organismo, unida al deseo de una vida espiritual más intensa.
El ayuno en el judaísmo
También en el judaísmo se practica el ayuno, sobre todo en Yom Kipur, el día judío del arrepentimiento, en el que está prohibido comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales. Ese día tampoco se trabaja. Además de Yom Kipur, la religión judía tiene otras celebraciones en las que tampoco se ingiere alimento alguno
El ayuno como mandamiento
En el islamismo, la renuncia y la abstinencia son mandamientos divinos. Se ayuna durante Ramadán, el noveno mes del año lunar musulmán, en el que los fieles no deben ingerir alimentos durante 30 días, entre la salida y la puesta del sol, ni tampoco comer, fumar o mantener relaciones sexuales. Al atardecer, se puede volver a comer, y la gente se reúne para compartir ese momento.
El camino del equilibrio
EEl budismo no tiene un precepto estricto para el ayuno. El camino del equilibrio es lo que cuenta, tanto en lo físico como en lo espiritual. Es decir, que sus preceptos no consideran buena ni la abstinencia ni el goce desmedido. Sin embargo, se admite que comer poco ayuda a meditar. Los monjes budistas renuncian a ingerir alimentos luego de las 12 del mediodía.
Autor: Günther Birkenstock/ CP | Editor: Claudia Herrera Pahl
DW
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