Los jóvenes fraceses que viajarán a Sydney son cerca de 30 que se reunieron por la tarde para concluir un año de preparación para la Jornada Mundial de la Juventud.
"El tema es super interesante, sobre el Espíritu Santo y todo eso... Ayuda a cuestionarse, hace avanzar en la fe, además creo que es importante encontrar un tiempo durante el año para prepararse a ello. No es algo que se viva así como así para estar con otras personas – Es también un volver a encontrarse con Dios, ir al encuentro de Dios".
Entre ellos hay algunos veteranos de jornadas anteriores, mientras que para otros es su gran estreno, como es el caso de Constance, bautizada hace dos meses.
"Cuando me propusieron ir a la Jornada Mundial de la Juventud me pareció maravilloso porque es una forma de concretizar mi bautismo y también ir más allá en mi fe, descubrir nuevas cosas... Sí, es realmente un año especial para mí".
La Jornada empezará para esta delegación durante los días en que los jóvenes serán acogidos por familias australianas en dicho país.
"Yo creo que las Jornadas Diocesanas son lo más importante. Por la experiencia que tuve en Toronto y Cologne, es verdaderamente aquello que marca a la mayoría, a los jóvenes. Es una buena introducción antes de estar en medio de cientos de personas, así, tan perdidos entre la masa.... Estas visitas a las diócesis les permite a los jóvenes vivir en familia, conocer la cultura del país, ser acogidos... y es la acogida la que hace que salgan absolutamente encantados cada vez y eso es muy importante. Es una etapa esencial para mí. Esta iniciativa, que surgió en París, es muy buena".
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