Saturday, July 26, 2008

Solemnidad del Apóstol Santiago: Misionar como lo hizo nuestro patrono


Con la presencia de cientos de feligreses, cuasimodistas, estudiantes, miembros de la colonia gallega y candidatos a alcalde, se celebró la solemnidad del Apóstol Santiago en la Catedral Metropolitana en la tarde del 25 de julio.

Al dar su bienvenida, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago, dijo: “Vamos a celebrar la fiesta del patrono de la ciudad, tan cercano al Señor, aquel que dejó todo parar seguirlo”, el apóstol que aprendió de Cristo el servicio en medio de la Iglesia y “que llegó a sellar esa lección del Señor derramando, por amor a Cristo, su propia sangre”.


Al comienzo y, como signo de una comunidad inserta en los conflictos de la ciudad, una estudiante secundaria y otro universitario pidieron al Señor: “Danos el don de ser hombre y mujeres de paz para no ser tentados por la violencia”, así como también rezaron para que Apóstol Santiago les regale la fuerza de su testimonio.


Monseñor Fernando Ramos, rector del Seminario Pontificio, fue el encargado de la homilía donde señaló que “a partir de nuestra fe en Cristo resucitado sabemos que este Apóstol vive y permanece de manera misteriosa en los anhelos desvelos y esperanzas de muchas diócesis del mundo (…) Recordarlo en esta acción litúrgica es convocarlo con su vida e intercesión a nuestra vida eclesial para que nos acompañe e inspire en cada desafío pastoral que hemos de enfrentar”. En este sentido el sacerdote interpeló a la feligresía sobre el seguimiento de Cristo, “contemplar la figura del Apóstol Santiago nos ayudará a interrogarnos acerca de nuestra propia fidelidad al proyecto del Señor a ver en qué medida hemos sido capaces de ajustarnos a la vida apostólica que Santiago vivió”.


Al estilo de Jesús


Al relatar el llamado que hizo el Señor a Santiago, Monseñor Ramos indicó que la “delicadeza del estilo de Jesús nos enseña que para invitar a otros a seguir al Señor hay que descender a la vida concreta y cotidiana de la gente y allí, hablando su idioma, anunciarles la venida del Reino de Dios en Jesucristo”. Agregó: “Esto reviste especial importancia cuando nos encontramos a pocos días de dar inicio a la gran misión, tanto a nivel continental como nacional. Llegar a ser una Iglesia auténticamente misionera será posible en la medida en que repitamos la forma de actuar e Jesús, lo cual significa llegar a tocar y palpar la vida cotidiana de la gente la cual pretendemos evangelizar”.


Tomando los desafíos propuestos por la V Conferencia General del Espiscopado Latinoamericano, interrogó sobre la centralidad de Jesucristo, “¿Estamos dispuestos a reorientar nuestra vida y nuestros enfoques pastorales a la luz de lo que el Señor nos está invitando a realizar? ¿Queremos verdaderamente llevar a cabo la conversión pastoral a la que Aparecida nos invita para así entrar decididamente en los procesos constantes de renovación misionera y abandonar las estructuras caducas que ya no favorecen la transmisión de la fe? Estas y otras preguntas se nos plantean a ver la vida apostólica de Santiago”.


Finalmente explicó que el martirio del Apóstol “se nos presenta como modelo de santidad y fecundidad apostólica porque transparenta a Cristo, el único sano y auténtico buen pastor porque dio su vida por sus ovejas”.


Merecido reconocimiento

Como es tradición, sacerdotes y laicos fueron destacados con la condecoración “Cruz del Apóstol Santiago” por su profundo compromiso pastoral y testimonio de vida. Monseñor Ramos dijo, a nombre de la Iglesia arquidiocesana, “vaya hacia ellos nuestro más cariñoso agradecimiento por su generosidad y fecundidad pastoral así como también nuestra acción de gracias hacia dios nuestro Padre por estos hijos suyos”.

Los condecorados fueron:


-Inés Abaceta, catequista destacada por su compromiso con niños enfermos de cáncer


-María Alicia Cáceres, fundadora de la población La Victoria, de la parroquia y del jardín infantil de la población, querida dirigente comunitaria.

-Pedro Brown, presidente empresa constructora Brotec, que a través de su profesión, ha regalado templos para el culto.

-Alfredo Jara, fundador de la empresa de vivienda metropolitana, que ha colaborado con la Arquidiócesis en la construcción de siete templos.

-Juan Imilán, dirigente sindical y último presidente de la Asociación sindical chilena, fundada por el Padre Hurtado.

-Nibaldo Mora, que ha realizado un connotado trabajo en la pastoral de adultos y como ministro de comunión.

-Salvador Valle, conocido por su especial dedicación a la piedad popular. Le tocó acompañar al Papa Juan Pablo II en 1987 durante los encuentros de Maipú y La Serena.

-Juan de Dios Vial, ex rector de la Pontificia Universidad Católica y ex presidente de la Pontificia Academia para la Vida de la Santa Sede.

-El matrimonio formado por Germán Hormazábal y Blanca Lambrech, catequistas, responsables del equipo de liturgia y del 1% en su parroquia.

-Diácono Permanente Oscar Eissman por su trabajo pastoral en su lugar de trabajo, especialmente en la Viña Cousiño Macul.

-Diácono Permanente Jorge Escobar por su dedicación a los demás y su transparente vida de oración.

-Presbítero Augusto Larraín, quien por muchos años fue Vicario para la Salud y se destacó en el trabajo pastoral por su contribución a la catequesis y a las comunidades cristianas de base.

-Monseñor Ignacio Ortúzar, quien fuera Vicario General de Pastoral para Santiago y que se ha destacado por su cariño y dedicación por el clero.


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