Thursday, August 07, 2008

Al anochecer, los invitamos a tener un encuentro con el Señor de la Vida


Mateo 16:13-20
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?" Ellos contestaron: "Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo." Jesús le respondió: "Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo." Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy

Hay que destacar el gran cambio que se produjo en esta conversación entre Jesús y Pedro.
Las normas judías, basadas en la ley de las Escrituras Judías, son reemplazadas por lo que indicaría el nuevo líder de la comunidad cristiana, Pedro.
Él decidiría qué parte de la Ley sería mantenida, y qué parte no lo sería.
Jesus habla en seguida de su propio sufrimiento y muerte.

No es una declaración positiva, el hecho que Jesús, no la Ley antigua, será el centro de la nueva comunidad?.
Las palabras de Jesús son importantes, porque son la Palabra de Dios, Jesucristo, presente ahora en su nueva comunidad.
Espacio Sagrado

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