Hoy, 10 de Agosto, la Iglesia se viste de rojo para conmemorar el nacimiento para el cielo de SAN LORENZO, quien muriera martirizado en un día como hoy del año 258 en Roma, Italia. Nacido hacia el año 230, probablemente en España, fue uno de los diáconos del Papa Sixto II. Su nombre está inscripto en el Martirologio romano. Es patrono de los bomberos, pasteleros y cerveceros. Se le invoca ante el peligro de incendio y para evitar las penas del purgatorio. Sus restos descansan junto a los de San Esteban en la Iglesia de San Lorenzo en el cementerio Verano en Roma. Unidos, pues, a esta Iglesia y a los que hacen de su vida un servicio a los pobres y necesitados, brindemos nuestro vivo aplauso a San Lorenzo.
Meditación
QUERIDO LORENZO: recordar tu vida es recordar a unos de los Santos más venerados y populares en todo el mundo. En Roma eres el segundo sólo después de Pedro y Pablo. Además de la célebre Basílica, en donde se veneran tus restos, sólo en Roma hay otras 30 iglesias dedicadas a tu nombre y en todo el mundo se cuentan por miles. Aún joven, te encontramos junto al Papa Sixto II. Reconoces en el un amigo, un padre y, sobre todo, un ejemplo. La leyenda, que probablemente tiene un núcleo de verdad, nos narra que el emperador Valeriano ordenó arrestar al Papa Sixto II y mandó a decapitarlo. Pero cuando van de camino al martirio, tu lo ves pasar y, en lágrimas exclamas: "Padre, ¿donde vas sin tu hijo"? Y Él, entonces, mirándote te responde:"Hijo, te confío la misión de distribuir los tesoros de la Iglesia entre los pobres". A la muerte del Papa tu te dedicas a cumplir la misión que te encomendó, pero el emperador, quiso adueñarse de los tesoros de la Iglesia. Rápidamente, los distribuyes entre los que más pobres y necesitados. Luego te presentas con todos ellos ante Valeriano: "Aquí están, emperador, los verdaderos tesoros de la Iglesia". Valeriano, furibundo, ordena tu muerte y que te asen vivo. La leyenda, añade, que antes de morir dices a los que te cocinaban: "Este lado ya está bien asado, denme ahora la vuelta para el otro lado". En muchas lugares existe la costumbre de hacer bendecir el pan de San Lorenzo para distribuirlos entre los necesitados y aún darlo a los animales, para que ellos también participen de la bendición.
Radio Vaticano
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