Monday, August 11, 2008

Meditando con los santos y beatos del día: S. CLARA DE ASÍS



Hoy, 11 de agosto, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo de SANTA CLARA DE ASIS, en el aniversario de su muerte ocurrida en un día como hoy de 1253 en San Damián, cerca de Asís, Italia. Oriunda de esta ciudad, en 1193, fue fundadora de la Orden de las Clarisas. En 1255 el Papa Alejandro IV, a sólo 2 años de su muerte, la proclamó SANTA. Es patrona de las Clarisas y de las tejedoras. Sus restos incorruptos se veneran en la Iglesia de Santa Clara en Asís.
Hoy también la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo del BEATO MAURICIO TORNAY, quién muriera santamente en un día como hoy del año 1949, en To Thong, Tibet. Nacido en La Rosiére, Valais, Suiza, fue párroco de Yercalo, en Tibet. En el año 1993 el Papa Juan Pablo II lo declaró Beato. Unidos, pues, a las Iglesias de Asís, en Italia, y del Tibet, que hoy están de fiesta, brindemos nuestro sincero aplauso a Santa Clara de Asis y al Beato Mauricio Tornay.


Meditación

QUERIDA SANTA CLARA, déjanos escuchar algo de los recuerdos de tu vida: "Muchas veces me encontré con Francisco. Él era un adolescente pero me fascinaba su manera de ver la vida. La gente le llamaba loco, y en mi casa se oponían a mi amistad con él. Querían en cambio que me casara, a lo que yo no sentía el menor deseo. La situación familiar se puso tan complicada para mí, que un día decidí huir de mi casa. Después de escuchar misa en la catedral de Asís, bajé con mi prima Felipa a la Porciuncula, la Iglesia que había sido restaurada por el mismo Francisco. Allí me corté el pelo, me puse el sayo oscuro, que me sugiriera Francisco. Ese día me consagré a Jesucristo por el resto de mis días. Me consagré al estilo de Francisco, el "pobrecillo de Asís" y empecé a caminar por ese nuevo camino, hasta que éste se fue concretando en la fundación de una segunda orden franciscana: las Clarisas, las mujeres pobres de San Damián. Nuestro único y gran deseo era vivir con una pobreza radical. Francisco me había convertido a ver la hermosura de la hermana pobreza. En San Damián viví muchos años, gran parte de ellos con dolores y enfermedades. Cuando sentí que la muerte se acercaba, puse sobre mi lecho esta sencilla frase: "yo Clara, sierva de Cristo, pequeña planta de nuestro padre Francisco, hermana y madre vuestra, y de todas las hermanas pobres, aunque indigna, las bendigo durante mi vida y después de mi muerte, como puedo y más de lo que puedo".
Radio Vaticano

No comments: