El 18 de diciembre, Día Mundial de los Inmigrantes, un grupo de 20 ONG, incluido el JRS Italia, se manifestarán en Roma y en otras grandes ciudades italianas. Las ONG protestan contra las propuestas del gobierno de reducir drásticamente los derechos de los inmigrantes y refugiados en el país.
"So pretexto de evitar la inmigración clandestina, las nuevas propuestas del gobierno y del parlamento afectarán a todos los inmigrantes, y, en especial, las leyes que permiten a la gente vivir y trabajar en el país", decía una declaración de las ONG.
Las ONG han pedido al parlamento que las reformas garanticen un programa de admisión eficiente y serio, en 2009, que sean una respuesta valiente al problema de los inmigrantes indocumentados y que aseguren los mismos derechos en relación al acceso a la educación, el empleo, la atención sanitaria y la asistencia social.
También han hecho un llamamiento para que el parlamento reforme las estrictas leyes de ciudadanía y permita el derecho a voto para los inmigrantes.
La integración se ha convertido en una carrera de obstáculos, que impide a los inmigrantes convertirse en parte de la sociedad italiana. Por ejemplo, los fondos para la integración nacional se han reducido de 100 a cinco millones de euros y las últimas propuestas elevarían a 10 años el período de residencia antes de ser elegible para los programas sociales de vivienda u otro tipo de asistencia.
La ley, que se debate en el Senado, transforma radicalmente la legislación nacional de inmigración y reduce de forma preocupante los derechos de los inmigrantes — que se mantienen en condiciones precarias, chantajeados y explotados — con serias repercusiones en la coexistencia pacífica en la sociedad.
De aprobarse estas propuestas, éstas contravendrían las normas internacionales de derechos humanos y la propia constitución italiana, que afirma la igual dignidad social de las personas, sin distinción de género, raza, idioma o religión. Las ONG añadían que las propuestas criminalizarán a los inmigrantes por estar indocumentados, serán un obstáculo para la reunificación familiar de los inmigrantes con los papeles en regla, reducirán la protección a refugiados y menores, recortarán los recursos para las clases de italiano, establecerán clases separadas para los niños inmigrantes y restringirán el acceso a la atención sanitaria, aparte que el personal médico se verá obligado a denunciar a los inmigrantes irregulares que requieran de asistencia.
JRS
No comments:
Post a Comment