Hoy, 16 de febrero, la iglesia conmemora el tránsito a Dios del Beato JOSÉ ALLAMANO, quién muriera en un día como hoy del año 1926 en Torino, Italia. Nacido en 1851 en la localidad de Castelnuovo de Asti en Italia, fue fundador del Instituto de los Misioneros y Misioneras de la Consolación. En 1990 Juan Pablo II le dio el honor de los altares declarándolo beato. Sus restos se veneran en la capilla de la Casa Madre de los Misioneros de la Consolación en Torino. Unidos, pues, a los hijos e hijas de su Instituto, brindemos nuestro cálido homenaje al Beato José Allamano.
Meditación
BEATO JOSÉ ALLAMANO: Tu cuna se meció en Torino, en la que nacieran las «perlas del clero italiano»: San José Cafasso, apóstol de la juventud y San Juan Bosco, fundador de los salesianos, quien te ayudó a madurar los pasos hacia tu consagración a Dios. Siendo aún muy joven llegas a ordenarte sacerdote, y por tu madurez y profundidad espiritual recibes el nombramiento de Padre Espiritual del Seminario Metropolitano de Torino, iniciando así, tu larga misión dedicada a la formación del clero. Promovido como Rector del Santuario de la Consolación, centro de la devoción mariana de Torino, realizas una extraordinaria labor de rehabilitación del santuario, tanto espiritual como material. Te animaba un ardiente espíritu misionero, pero, al mismo tiempo, una aceptación sincera de tus limitaciones físicas que te impedían ir tu mismo a las misiones. Pero fue precisamente esta limitación la que te motivó a fundar un instituto misionero que fuera a evangelizar los territorios extranjeros. Escribes así las reglas del Instituto al que das por nombre "Misioneros de la Consolación". El primer grupo de estos misioneros fue destinado a Kenia, en frica, llevando el ardor misionero que tu mismo le infundiste. Fundas también la rama femenina de la Institución, que llegará hasta frica y América. Elegido Superior general, te dedicas a la formación de los futuros apóstoles, misión que llevarás a cabo durante muchos años, con la fuerza de tu palabra y el ejemplo de tu vida de sacrificio y recogimiento.
Radio Vaticano
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