San Cristóbal de las Casas (Agencia Fides) – El Obispo de San Cristóbal de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi Esquivel ha hecho un llamamiento para seguir adelante con los acuerdos de San Andrés Larráinzar, problema que no debe permanecer "engavetado", a fin de impulsar el diálogo y la reforma indígena.
En una entrevista con la agencia de prensa mejicana Notimex, con motivo de la conmemoración, de la firma de esos acuerdos, en la ciudad de San Andrés Larrainzar en el 1996, Mons. Arizmendi ha dicho que sería lamentable que no se avanzara en este asunto.“Es un tema que no se puede quedar empaquetado en el congelador, sino que hay que tomarlo como un punto de arranque para seguir hoy actualizando esos acuerdos; no podemos pensar que se pueden aplicar tal cual fueron formulados en un primer momento ", ha dicho el Obispo.
Esto, ha argumentado, porque los acuerdos internacionales que México ha firmado, han avanzado y hay que actualizarlos, tenemos que seguir adelante.Ha pedido a las partes involucradas y a las fuerzas políticas, el tener confianza para dialogar, porque los hermanos zapatistas nunca pensaron en hacer otro país. Ellos quieren ser mexicanos como todos, pero reconociendo que los indígenas tienen derechos muy particulares por su historia, por su cultura, por su particularidad.
Mons. Arizmendi Esquivel ha reiterado su demanda de seguir adelante, la Constitución Mexicana hoy, ya no es tan acorde con los acuerdos internacionales que el país ha firmado en materia indígena, por ello es necesario que se retomen esos acuerdos como base para continuar los diálogos.
El Obispo ha elogiado la importancia del progreso en el diálogo, "porque en los conflictos se han generado enfrentamientos que pueden llegar hasta el derramamiento de sangre, lo cual lamentamos todos. Por eso ojala que se pudiera retomar el tema", ha añadido.
La cuestión de los acuerdos de San Andrés, es un tema del que Mons. Arizmendi ha hablado en otras ocasiones (véase Fides 24/4/2010), hay 42 millones de indígenas en el mundo, en México hay cerca de 12 millones, pertenecientes a 56 grupos étnicos reconocidos que sufren graves ataques a su identidad y su supervivencia. La gran mayoría no goza de derechos. No se respeta su derecho a la sanidad. Continua el racismo inhumano y anticristiano contra ellos. Aunque hay algunos servicios, faltan servicios en la comunicación y en la educación.
(CE) (Agencia Fides, 17/02/2011)
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