El 18 de abril, el portavoz del Vaticano Federico Lombardi ha confirmado que se ha recibido una respuesta del grupo tradicionalista, y la califica como “una respuesta animante”.
La posible reconciliación depende de si aceptan el 'Preámbulo Doctrinal' en el que el Vaticano enumeraba una serie de principios y criterios que los lefebvrianos deben aceptar para entrar en plena comunión con la Iglesia católica.
La Sociedad Sacerdotal San Pío X insinuó que no lo aceptarían. El obispo Bernard Fellay, superior de la Fraternidad, pidió algunas modificaciones. El Vaticano consideró esta respuesta inadecuada, por lo que les pidió una aclaración, que acaba de llegar.
El cisma de los lefebvrianos tuvo lugar hace 24 años cuando este grupo se manifestó abiertamente en contra de las enseñanzas del Concilio Vaticano II y ordenó obispos sin el mandato del Papa. Desde entonces las tensiones han ido siempre aumentando entre ambas partes.
La Sociedad Sacerdotal San Pío X asegura que no hará declaraciones al respecto hasta que el Vaticano se pronuncie definitivamente. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha dicho que la respuesta definitiva se hará pública próximamente.
El Vaticano y los Lefebvrianos a un paso del acuerdo
El padre Federico Lombardi juzga «animadora» la respuesta de Fellay, pero los tradicionalistas piden tratar el asunto con cautela
ALESSANDRO SPECIALECIUDAD DEL VATICANO
Una respuesta que anima, que representa un «paso hacia adelante» con respecto a la que llegó hace algunos meses y que fue juzgada «insuficiente» por la Santa Sede. El padre Federico Lombardi, director de la Sala de prensa del Vaticano, considera de esta manera el texto enviado por el superior de los lefebvrianos, monseñor Bernard Fellay, y que llegó ayer al Vaticano.
La Pontificia Comisión “Ecclesia Dei” (que se encarga de las negociaciones con los tradicionalistas) ha anunciado esta mañana, y se confirma lo que había anticipado Vatican Insider, que llegó al Vaticano la respuesta de los lefebvrianos con un pequeño comunicado: «Con fecha del 17 de abril de 2012 llegó, como se había pedido durante el encuentro del 16 de marzo de 2012, que tuvo lugar en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el texto de la respuesta de S.E. Mons. Bernard Fellay, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X».
El texto, subraya la nota, «será examinado por el Dicasterio y, posteriormente, sometido al juicio del Santo Padre».
El proceso, explicó Lombardi a los periodistas, debería concluir dentro de pocas semanas: primero será la Congregación para la Doctrina de la Fe la que examine la nueva respuesta lefebvriana, después todo será sometido al juicio del Papa.
Esta nuevo plazo es necesario porque la Fraternidad también hizo «propuestas de integración o indicaciones» sobre el Preámbulo doctrinal que presentó el Vaticano como condición para la reconciliación en septiembre del año pasado; estas propuestas, indicó Lombardi deben ser «sometidas a análisis».
El texto del Preámbulo sigue siendo un secreto, por ahora, pero, explicó Lombardi, será publicado en su versión definitiva y no en la forma en la que fue presentado a los lefebvrianos originalmente cuando termine toda la historia.
Por ahora, precisó el portavoz vaticano, «no podemos considerar» que han concluido las negociaciones «con resultado positivo». Sin embargo, hay que subrayar el hecho de que «los que han leído la respuesta de los lefebvrianos la consideran sustancialmente diferente de la anterior».
Desde Econe, el “cuartel general” de los lefebvrianos, el portavoz de mons. Fellay, el abad Alain Lorans, invitó a no apresurar las cosas y a no ofrecer valoraciones demasiado “optimistas”; además, recordó que todavía hay asuntos que poner en orden, hasta que la respuesta de la Fraternidad no se aexaminada por el ex Santo Oficio.
Tres años de negociaciones
El camino para la reconciliación con los tradicionalistas lefebvrianos inició en enero de 2009, con la decisión de Benedicto XVI de cancelar las excomuniones a cuatro obispos de la Fraternidad (excomunión de 1998, cuando mons. MarcelLefebvre, fundador del grupo contrario a las reformas del Concilio Vaticano II, les había ordenado sin el visto bueno de Juan Pablo II).
Desde entonces, a pesar de las polémicas que surgieron con la entrevista negacionista que concedió en esa época uno de esos cuatro religiosos, Richard Williamson, comenzó un complejo «diálogo doctrinal» entre el Vaticano y Econe, que duró dos años y que se condujo en el más absoluto secreto.
Vatican insider
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