Partido laborista irlandés: no a la reapertura de la Embajada vaticana

Continúa el debate político sobre la decisión del gobierno irlandés de cerrar su embajada ante la Santa Sede

GERARD O’CONNELL
ROMA

La moción para volver a abrir la Embajada irlandesa ante la Santa Sede fue rechazada durante la Conferencia del Partido Laborista celebrada el Galway el 15 de abril. Sin embargo, el Ministro del Gobierno que ha participado en el debate afirmó que si la situación económica del país mejora, la decisión podría ser examinada de nuevo.

El Partido Laborista es el partner junior del Gobierno de coalición que gobierna la nación desde marzo de 2011. Su líder, Eamon Gilmore, es también Ministro de Asuntos Exteriores y Comercio y ha sido uno de los sujetos directamente implicados en la decisión de cerrar la embajada tomada el 3 de noviembre de 2011.

La moción que invita al gobierno a reabrir la Embajada Irlandesa ante la Santa Sede fue propuesta el pasado fin de semana durante la Conferencia del Partido Laborista por Sean Canniffe, de legado de Irlanda Occidental que hizo saber sus motivos. En primer lugar afirmó que, como pequeña economía abierta, la nación “podría beneficiarse enormemente del formar parte activa en este cruce de caminos internacional respecto en una serie de cuestiones globales, sociales, políticas e internacionales relevantes para Irlanda”. Además, el Gobierno tendría que considerar la reapertura de la embajada “reconociendo el gran apego que muchos irlandeses tienen a la religión católica y el papel central que esta última recubre en sus vidas”.

Cerrando la embajada, ha referido, Irlanda ha renunciado a una organización internacional de gran importancia. Además, excluyó la naturaleza económica de las razones del cierre, poniendo en evidencia que dicha embajada era la 49° más costosa entre la 69 embajadas irlandesas.

Un delegado del sur, James Kennedy di Mallow, transmitió la preocupación política local. Afirmó que el 50% de los T.D. (miembros del Parlamento) del Partido Laborista provienen de zonas rurales, dentro de las cuales las personas no comparten a la fuerza la opinión de Dublín respecto a esta cuestión, y considera que el cierre podría acarrear repercusiones políticas en las próximas elecciones.

Un delegado de Dublín, Gerry Kerr, se opuso a la moción afirmando que la embajada debería permanecer cerrada hasta obtener por parte del Vaticano una total colaboración en las investigaciones relacionadas con los abusos a menores.

La Intervención más significativa del debate fue la de Joe Costello, Ministro del Estado del departamento de Asuntos Exteriores y Comercio. Inició recordando la propuesta de su departamento a la Comprehensive Spending Review (Revisión Global del Gasto, n. del t.) del Gobierno en Julio de 2011, que comprendía el cierre de las embajadas en el Vaticano y en Timor Este. Después fue añadida una más: la embajada en Irán.

Declaró que el cierre de las tres embajadas conlleva un ahorro de 1.155 millones de euros al año y añadió que "la porción de ahorro mayor, 845.000 €, deriva del cierre de la “embajada en el Vaticano”.

Además, refirió que “la embajada en Vaticano no es involucrada en las actividades normales, como por ejemplo , los servicios consulares, la promoción del comercio o la ayuda al desarrollo”.

Confirmó el nombramiento por parte del Gobierno del Secretario General del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio, David Cooney, como Embajador no residente ante la Santa Sede. “El nombramiento ha sido aceptado por el Vaticano y la presentación de credenciales tendrá lugar el 4 de mayo”, declaró.

El ministro ha subrayado el hecho que otros siete Estados miembros de la Unión Europea se avalen de Embajadores no residentes ante la Santa Sede -Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Letonia, Luxemburgo, Malta y Suiza.

Afirmó que la elección de las misiones diplomáticas que serían cerradas “fue tomada tras haber realizado un examen de la red diplomática durante el cual, en este difícil periodo económico, recibió una gran importancia el retorno económico proveniente de las misiones y al papel que juegan las mismas en la reconstrucción de la reputación irlandesa en el extranjero”.

Refiriéndose a la cuestión de la “sede compartida de las misiones en Italia y en la Santa Sede” planteada durante el debate, el Ministro explicó que “por motivos históricos, la Santa Sede no acepta la acreditación de una embajada residente que resulta acreditada también en Italia. No aceptará el nombramiento de la misma persona como embajador residente en los dos Estados, y no aceptará tampoco que la embajada ante la Santa Sede sea administrada desde la misma sede que la embajada residente en Italia”.

Reveló que “que el problema de la gestión en la misma estructura de nuestras embajadas en Italia ya se ha sido planteado al Vaticano” y se analizará de nuevo.

Además informó a la Conferencia del hecho de que “la decisión de cerrar la embajada residente ante la Santa Sede no será revocada de inmediato. Sin embargo, cuando mejore la situación económica y con ocasión de la revisión regular de nuestra red diplomática, podría ser posible que se reconsidere en el futuro la cuestión”.

También declaró que “si la Santa Sede estuviera dispuesta a atenuar sus peticiones actuales permitiendo que Villa Spada, propiedad del Estado Irlandés, sea la sede tanto de la embajada en Italia como de la embajada ante la Santa Sede, podría tenerse cuenta dicha posibilidad en futuras consideraciones”.

Sugirió que la moción fuera enviada al Comité Central del Partido Laborista, pero la Conferencia rechazo tanto esta propuesta como la moción.

Algunos observadores, consideran sin embargo que el rechazo de la moción, ha sido menos importante que las afirmaciones del Ministro sobre a la posible reconsideración “en un futuro” ,por parte del Gobierno, de la decisión de cerrar la embajada cuando la situación económica en Irlanda mejore.

Vatican Insider