Tuesday, May 15, 2012

El Padre Garralda dice que 20 siglos después los marginados siguen siendo «los mismos»


El jesuita Padre Garralda, fundador de la ONG Horizontes Abiertos, ha asegurado este martes tras recibir la Medalla de Oro de Madrid de la mano de la alcaldesa, Ana Botella, que 20 siglos después de la llegada de Jesucristo los marginados "siguen siendo exactamente los mismos".


15 Mayo 12 - Madrid - Ep


"Hace 20 siglos, en Oriente Próximo, un tal Jesucristo, que vivió en Nazaret, nos dijo quiénes eran los integrantes de los marginados: los desnudos, los presos, los peregrinos y los enfermos. 

Veinte siglos después siguen siendo exactamente los mismos: los desnudos son los sin techo, los presos en las cárceles, los peregrinos ahora se llaman inmigrantes y si antes los enfermos que provocaban rechazo social eran los que tenían lepra ahora son los que tienen sida o son drogadictos", ha afirmado en el Palacio de Cibeles. 

En este punto, Garralda ha tenido unas palabras de agradecimiento para el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, también homenajeado hoy, ya que cuando fue presidente de la Comunidad promulgó la conocida como ley antibotellón es la que señalaba que el drogadicto "no es un drogata sino un enfermo con derecho a tratamiento médico". 

También ha tenido palabras de agradecimiento para el Ayuntamiento por la concesión de la medalla. "Me impresiona que este Ayuntamiento se haya portado como un auténtico cristiano", ha señalado tras tener un recuerdo muy especial a los jesuitas, a sus padres y a los marginados sociales, "especialmente a los que vivieron y murieron en los albergues, en las cárceles, en hospitales, casas de acogida y en las aceras". No ha querido bajar del estrado sin bendecir a los presentes y mostrar su más "profundísimo respeto a los no creyentes".


La Razón


¿Quién es y a qué se dedica?


Desde 1978, la Fundación Padre Garralda - Horizontes Abiertos es una Organización No Gubernamental que se dedica a la integración social de las personas más necesitadas. Toda su labor está concebida para dar esperanza a las personas más marginadas de la sociedad, a través del desarrollo de diferentes proyectos dirigidos a facilitar su acceso a una vida normalizada.
Asimismo, la Fundación lleva a cabo una labor de concienciación de la sociedad para poder llevar a los ciudadanos los problemas de aquellos colectivos con los que trabaja: las madres con niños pequeños y que, debido a la falta de recursos, están en grave riesgo de exclusión social; las personas con dependencia de sustancias tóxicas que se encuentran en proceso de deshabituación; los niños menores de tres años que conviven con sus madres en la cárcel durante el tiempo en que cumplen condena, y todas las personas que se hallan en las cárceles y están decididas a acceder a una vida normalizada, una vez que hayan cumplido sus condenas.
Para llevar a cabo todos estos proyectos, la Fundación ha contado desde el principio con la colaboración desinteresada de los voluntarios que aportan su tiempo. Hoy en día, contamos con el trabajo y la dedicación de más de 700 voluntarios en toda España que hacen posible que nuestros proyectos sean una realidad y cuenten con una valoración muy positiva por parte de las administraciones, las instituciones dedicadas a la solidaridad y a la asistencia social y las Administraciones públicas.
Además, contamos con un equipo multidisciplinar de 120 profesionales entre los que hay médicos, psiquiatras, enfermeros, psicólogos, trabajadores, y educadores sociales, etcétera. El trabajo en equipo de todos ellos hace posible dotar a los beneficiarios de nuestros proyectos de una atención integral que permita la normalización plena de su vida.
Gracias a nuestro esfuerzo, y al de todos los que nos acompañan, la Fundación ha logrado atender a más de 50.000 personas en estos 30 años de vida.


Programa Kostka (niños de la cárcel):

El Programa Kostka está dirigido a los menores de 3 años que viven en las cárceles porque sus madres están cumpliendo condena.
La Ley permite a las mujeres que están cumpliendo condena que puedan vivir con sus hijos en la cárcel hasta que cumplan 3 años. Estos niños conviven en prisión con sus madres en una etapa de la vida en la que se perfila su personalidad. Durante estos años de vida, los estímulos, aprendizajes y conductas que propician el desarrollo de los niños como personas son determinantes para el resto de su vida.
Instituciones Penitenciarias, organismo responsable del funcionamiento y gestión de todos los centros penitenciarios que existen en España, ha desarrollado un magnífico programa de actuación y asistencia global a estos niños en aquellos centros donde viven los pequeños. El objetivo de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias es que todos los niños que viven en las cárceles tengan acceso todos los días a una "vida normal".
En este sentido, cabe señalar el importante papel que llevan a cabo las Escuelas Infantiles creadas al efecto, donde un personal altamente cualificado se encarga de cuidar y educar a los niños durante toda la semana a través de programas pedagógicos que les dotan de un desarrollo de su personalidad y de su inteligencia.
La Fundación desarrolla en toda España varios proyectos con estos niños y sus madres de cara a que los niños puedan tener acceso a un ambiente normalizado y a un desarrollo formativo y personal acorde con su edad. Estamos presentes en todas las provincias donde hay prisiones con niños, en las que desarrollamos diferentes programas que complementen la labor que se lleva a cabo con ellos desde Instituciones Penitenciarias, porque el esfuerzo de todos hace posible que estos niños tengan acceso a las mismas oportunidades y derechos que cualquier otro pequeño.

Programa Niño Jesús:

Centro de menores para mujeres con hijos. Se desarrolla de forma conjunta con la Agencia para la Reinserción del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid.


Unidad Dependiente Ellacuría:

Es un piso en el que viven las mujeres con hijos menores de edad que cumplen condena y están en situación de tercer grado. Se trata de un piso donde el ambiente que se respira es familiar y absolutamente normal, verdaderos hogares en los que niños y madres conviven con los profesionales y voluntarios de la Fundación.
El objetivo principal es que estos niños no tengan que sufrir las limitaciones de un centro penitenciario una vez que las circunstancias del cumplimiento de su condena permiten que las madres sean trasladadas a estas unidades. Se trata de personas que han vivido en un entorno marginal, con escasos recursos económicos, que consideran que la comisión de ciertos delitos es la única forma de conseguir esos medios de vida […] que requiere su subsistencia diaria. La intervención que se realiza con este colectivo está dirigida a posibilitar la normalización laboral de estas mujeres como un medio para conseguir que no cometan nuevos delitos y sea satisfactoria su reinserción social.

Programas Strada

Acogida y seguimiento de mujeres con menores que se encuentran en serio riesgo de exclusión social. En este programa tienen cabida todas las mujeres sea cual sea la circunstancia que les produce ese riesgo.



Programa Gárate:

Desde nuestros primeros comienzos, varias veces por semana y desde hace ya más de 30 años, un grupo de voluntarios de la ONG ha accedido a diversos centros penitenciarios de toda España para realizar distintas actuaciones con los internos. El objetivo principal del Programa Gárate es dotar a los internos de las habilidades personales y profesionales para poder rehacer sus vidas una vez que han cumplido su condena. De esta manera se les facilita una alternativa real a la posibilidad de reincidir.
Entre las diferentes actividades que se llevan a cabo con los internos destacan especialmente los programas de formación profesional o universitaria que les facilitará su reinserción en la sociedad. Otras acciones que se llevan a cabo son talleres ocupacionales, cursos culturales y de artes plásticas, conferencias, exposiciones, representaciones teatrales, talleres audiovisuales, atención psicológica, actividades terapéuticas, deportivas, de ocio, etcétera. La participación en este tipo de actividades terapéuticas ofrece a los internos un espacio de recuperación personal y terapéutica.

Programa Javier:

El piso asignado a este programa acoge a los presos con permiso penitenciario. La mayoría dura una semana. Ésta suele ser la primera toma de contacto de los presos con la sociedad y por eso el apoyo que se les brinda es muy importante. Este piso está ubicado en Vallecas y tiene una ocupación del 100%.

Programa Borja:

La Unidad Dependiente Borja es un piso en el que viven mujeres que cumplen condena y están en situación de tercer grado. Se trata de un hogar donde el ambiente que se respira es familiar y absolutamente normal, en el que conviven profesionales y voluntarios de la Fundación. Al tratarse de una Unidad Dependiente, por las noches acude al piso un Funcionario de Prisiones que convive con las mujeres. Esta unidad está asistida por un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios y sociales de la Fundación que vela por el desarrollo de estas mujeres prestándoles asistencia durante todo el proceso de normalización de sus vidas.

Programa Gonzaga:

En el ámbito penitenciario, el consumo de sustancias tóxicas agrava la situación de las personas que se encuentran cumpliendo condena. Cuando además se produce un contagio del VIH, la situación se complica, tanto para la Institución, como para el interno que padece el contagio. La atención que los centros penitenciarios prestan a estos enfermos cubre las áreas higiénico-sanitarias pero no llega a áreas como la recuperación de hábitos saludables o la atención a la deshabituación del consumo adictivo de sustancias tóxicas. Desde la Fundación Padre Garralda Horizontes Abiertos se creó un programa específico para estas personas enfermas, con el objetivo de prestarles un apoyo y atención individualizada, tanto en su recuperación sanitaria como física y psicológica.
Con la creación del Programa Gonzaga, estas personas pueden ser atendidas en casas de acogida de la Fundación, en las que se les facilitan los cuidados necesarios para afrontar su enfermedad. La mayoría de estos usuarios además de VIH/SIDA padecen graves discapacidades físicas y psíquicas, y, por ende, se trata de personas que no tienen un lugar donde estar, un techo donde dormir, un lugar donde comer, y sobre todo un "hogar" donde poder sentir un cierto afecto y cariño. Los avances en el tratamiento del VIH/SIDA han hecho de esta enfermedad, en un principio mortal, una patología crónica. Por eso, hoy por hoy, estos pisos de acogida han dejado de ser centros de cuidados paliativos para convertirse en un verdadero hogar para unas personas que se han visto privadas de cualquier elemento básico de la vida.



No comments: