Meditando con los santos y beatos del día: S. MATÍAS, APOSTOL

Hoy, 14 de mayo, la Iglesia conmemora a SAN MATÍAS, cuyo nombre significa "regalo de Dios", quien recibiera la corona del martirio, probablemente crucificado, en la localidad de Cólquida, antigua región de la costa oriental del mar Negro, actualmente en la República de Georgia. Fue uno de los 72 discípulos escogidos por el Señor para ir a misionar de dos en dos y, después de su muerte y ascensión, los 11 apóstoles lo eligieron como apóstol para reemplazar a Judas Iscariote. Sus restos habrían permanecido por mucho tiempo en Jerusalén, siendo luego trasladados a Roma por Santa Elena. Unidos, pues, a quienes hacen de su vida un regalo de Dios para los demás, brindemos nuestro devoto aplauso a San Matías, Apóstol.
Meditación
QUERIDO SAN MATÍAS, al recordar tu vida, leemos con gran alegría la página de la Biblia que narra tu elección como apóstol: "Después de la Ascensión de Jesús, Pedro dijo a los demás discípulos: Hermanos, en Judas se cumplió lo que de él se había anunciado en la Sagrada Escritura: "Se ahorcó, cayó de cabeza, se reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas". El salmo 69 dice: "su puesto queda sin quién lo ocupe, y su habitación queda sin quién la habite", y el salmo 109 ordena: "Que otro reciba su cargo". "Conviene, entonces, que elijamos a uno que reemplace a Judas. Y el elegido debe ser de los que estuvieron con nosotros todo el tiempo en que el Señor convivió con nosotros, desde que fue bautizado por Juan Bautista hasta que resucitó y subió a los cielos". Los discípulos presentaron dos candidatos: José, hijo de Sabas, y Matías. Entonces oraron diciendo: "Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cual de estos dos eliges como apóstol, en reemplazo de Judas". Echaron suertes y la suerte cayó en Matías y fue admitido desde ese día en el número de los doce apóstoles". En efecto, aquel día el Espíritu Santo descendió sobre ti y desde ese momento, te entregaste de todo corazón a la misión que te confiaron. Clemente de Alejandría nos ha dejado escrito que te distinguiste por la insistencia en predicar la necesidad de mortificar la carne para dominar la sensualidad, lección que aprendiste del mismo Maestro Jesús. Según la tradición, habrías predicado en Judea y luego pasado a otros países, evangelizando en la Capadocia y en las costas del Mar Caspio, y siendo aquí galardonado por los bárbaros con muchas persecuciones. Después de tu partida tu nombre quedó inscrito en los anales de la Iglesia primitiva como un verdadero "regalo de Dios". Radio Vaticano