Tuesday, September 11, 2012

El difícil viaje del Papa a la República Libanesa



El Papa estará en el país de los cedros, que colinda con el infierno sirio y la Tierra Santa del interminable e irresuelto conflicto entre Israel y los territorios palestinos

MARCO TOSATTIROMA



El próximo sábado será fiesta nacional en la República Libanesa; lo decidió el primer ministro Mikati, como muestra de bienvenida para un ilustre visitante, Benedicto XVI. Pero esta visita pastoral demuestra, desde antes de que se haya concretado, muchísimas dificultades. Con todo y un mini misterio diplomático-mediático. El Patriarca greco-católico Gregorio III Laham, encargado de acoger al Papa, había preparado un discurso en el que pedía el reconocimiento explícito y oficial de un estado palestino. El Patriarca habría expresado al huésped de la basílica de Saint-Paul en Harissa su reconocimiento «por la postura firme y constante de la Santa Sede y de los Papa ante la causa palestina», y justamente partiendo de esta consideración habría dirigido una «petición urgente» a Benedicto XVI: «Que la Santa Sede reconozca al estado palestido, de acuerdo con las resoluciones y las decisiones de la comunidad internacional y conforme a la legitimidad internacional».

El texto con el saludo y la petición de Gregorio III Laham se encontraba en el sitio oficial de la visita papal (www.lbpapalvisit.com), pero, cuando los medios libaneses comenzaron a hablar sobre el discurso, en el que se pedía este «acto valiente de igualdad, de justicia y de verdad» a la Santa Sede para mantener su papel de «pionero de la justicia mundial», fue cancelado del sitio. Probablemente para no crear nuevos problemas diplomáticos en un viaje que el Papa quiere mantener con un carácter lo más espiritual posible. Un gesto de este tipo habría sido una ruptura importante con la tradición diplomática que define al Pontífice como un agente del consenso internacional, más que un “abre-brecha”.

Este misterio también demuestra que la breve visita libanesa del Papa Ratzinger está llena de temas muy delicados. La situación de los cristianos en Oriente ocupará el primer lugar. Sobre todo porque el Papa podrá escuchar los reportes de los obispos sobre la situación de los cristianos en Siria, mucho más dramática de lo que indican los medios de comunicación. Un obispo, que prefirió el anonimato, indicó que en el “mohafazat”, la provincia de Homs, todos los cristianos fueron desalojados por los mujahedines del ejército libre, tal y como había sucedido en la montaña libanesa durante la guerra civil. La mitad se encuentra refugiada en el valle de Nassara, el «valle de los cristianos”; la otra, huyó a El Líbano. Además, lo más preocupante es que mIglesias y monasterios han sido sistemáticamente destruidos, para impedir el eventual regreso de los cristianos.

Según los organizadores locales del viaje, el Papa ha demostrado una enorme valentia al visitar el país en este momento, aunque los políticos locales compiten para demostrar su felicidad ante el evento. Sin embargo, detrás de la fachada oficial, los organizadores no ignoran que este viaje ha asumido casi un tono de desafío, en un momento en el que la región vive una oleada sin precedentes de radicalización islámica y en el que Siria se encuentra en una situación de caos.

Pero es este justamente el objetivo de Benedicto XVI: lanzar un mensaje global, no solo a los cristianos, sino a todos los pobladores de la región. Los cristianos antes que nadie, claro, y justamente por ello este viaje ha sido posible gracias a un trabajo de coordinación global entre la gran diversidad de greco-católicos y greco-ortodoxos de la región. Un mensaje común: no abandonar la propia tierra.

Un dato positivo ha sido la postura que expresó Hezbollah, el “Partido de Dios” local. Mohammad Raad, parlamentario de relieve, se entrevistó con el Patriarca maronita Bechara Rai. «Expresamos nuestra absoluta voluntad para dar la bienvenida al Papa, y todos los libaneses esperan su visita», declaró Raad. También explicó que la visita «ayudará a reforzar la estabilidad de El Líbano».

Vatican insider


El Papa visitará el Líbano para hablar a los cristianos que huyen de Oriente Medio



11 de septiembre, 2012. (Romereports.com) 15 años después de la visita de Juan Pablo II, un Papa vuelve al Líbano. El próximo fin de semana Benedicto XVI llegará al corazón de Oriente Próximo para dar aliento personalmente a una de las comunidades cristianas que más están sufriendo actualmente. Además será una nueva ocasión  para estrechar lazos con las comunidades musulmanas y proponer así la convivencia pacífica.  


Para preparar la visita se ha puesto en marcha una página web en francés, árabe, inglés e italianoque permite seguir todas las novedades en torno al viaje papal. Durante esos días publicará las intervenciones de Benedicto XVI. Entre las prioridades del Papa se encuentra todo lo que ocurre en Oriente Medio. 

BENEDICTO XVI
Angelus 29/07/2012

“Sigo con sufrimiento los trágicos y crecientes episodios de violencia en Siria con la triste secuela de muertos y heridos, también entre los civiles, y el ingente número de personas que se quedan sin hogar y de refugiados en los países limítrofes”.

El Papa permanecerá tres días en el Líbano que serán muy intensos. El viernes 14 firmará en la Basílica de San Pablo de Harissa la exhortación apostólica elaborada tras el sínodo sobre la Iglesia católica en Oriente Medio que contiene indicaciones para los cristianos de esta zona del mundo.

El sábado 15 de septiembre la mañana estará dedicada a encuentros con las autoridades políticas del país. Además se reunirá con los líderes de las comunidades musulmanas quienes durante el verano han subrayado la importancia que tiene también para ellos esta visita papal.
Ese día almorzará con los obispos libaneses y por la tarde tendrá lugar un multitudinario encuentro con jóvenes.

El domingo por la mañana celebrará la Misa en Beirut. Durante la celebración se entregará de forma oficial a los obispos la nueva exhortación apostólica. Ya por la tarde antes de la despedida el Papa presidirá un acto ecuménico en Charfat, en el patriarcado católico sirio.


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