Monday, February 18, 2013

El Papa renuncia…¡ Bendito sea! por Alfonso Francia



Ante tantos incapaces, ¿habrá una catarata de dimisiones?


Intelectual profundo, apasionado por la verdad


Cuando Ratzinger salió elegido Papa, algunos me dieron el "pésame"...,sabían mi manera de pensar y de sentir ante la "dureza" del Cardenal con teólogos y pensadores de la Iglesia, por una parte, y la "blandura o tolerancia" ante grandes pecadores, asesinos, egoístas y ladrones cristianos de alto rango.. . Siempre me ha parecido más evangélica la moral y el amor que la doctrina.
Efectivamente, me llevé un gran berrinche, como otros muchos en la Iglesia. Pero, inmediatamente, en algún medio oficial, escribí estas ideas: "yo no estaba de acuerdo con actitudes del cardenal Ratzinger, pero una vez elegido Papa, Benedicto XVI, creo que voy a estar bastante de acuerdo, o al menos en comunión, que es lo que se me debe y me debo exigir. Ahora es el representante de Cristo. Ratzinger ya pasó, ahora tenemos un Papa, representante de Cristo, que me figuro que va a ser el padre bueno, gran teólogo, y quizás el abuelo que tantas veces necesitamos..."
Efectivamente así me ha aparecido: intelectual profundo, apasionado por la verdad, apacible que inspiraba paz, decidido y valiente ante temas muy escabrosos y de escándalos. Tímido y sencillo, teólogo de altura, condicionado por el rol de "defensor de la ortodoxia" durante tantos años de cardenal, sucesor del mediático y arrollador Juan Pablo II, ha mostrado siempre la voluntad de conectar con el pueblo y con otras culturas, otras confesiones cristianas y con las otras religiones. A un tiempo aparecía tan tierno y afable, como sólido y firme en aspectos morales, irrenunciables para los católicos, indiscutibles para él, filósofo, teólogo y Papa.
Como todos, ha sido y es discutido, lógico en lo que es discutible. Pero incluso en lo que parece indiscutible para los cristianos. Estamos en el Siglo XXI donde nada parece eterno y todo parece revisable y superable. Él era, es, un apasionado de la verdad.
Otros Papas anteriores
Aún recuerdo cuando murió Pio XII, tenía yo 20 años, y vi cómo un educador mío casi hundido decía que la Iglesia iba a hundirse.
Ha llovido mucho: unas veces rocío, otras agua mansa, otras aguas torrenciales y algunas veces piedras.
¿Qué Papa ha sido mejor: Pio XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI? ¿Lo será el próximo? ¿Algún colectivo humano ha producido personas de tanta talla? ¿A alguien se le ocurre pensar que no hay otros papables, ahora, de igual o mayor altura?
Conjugar el verbo "dimitir"
Siempre he sido partidario de que cualquiera que tiene un cargo o servicio, si no puede cumplirlo bien, por edad, salud, incompetencia, rechazo de sus súbditos, electores, destinatarios etc, debe dejarlo: renunciar es una manera de servir y así dar paso a otro que pueda hacerlo mejor.
Y es de los testimonios de mayor resonancia social, mundial, ante tantos que se agarran al poder y no lo sueltan aunque el país, la empresa, el club, la congregación, la universidad...se hundan.
Y es peor cuando se "ponen" las obediencias y lealtades al servicio del otro, de los otros o de lo otro, so capa de evangelio.
Desaparecerá de nuestra memoria, no de la historia
Nuestro Papa ha sido muy grande en su pensamiento, en muchos gestos de valentía y coherencia, y muy grande en su renuncia. A veces parecía escapar entre gota y gota para no mojarse ante la lluvia de escándalos; y escapar entre piedra y piedra como quien intenta evitar una lapidación...
El texto de su renuncia y firma debería grabarse y colocarse en todos los despachos de políticos, empresarios, sedes deportivas, cadenas de radio y tele, oficinas episcopales... Su firma debe pasar a la historia.
Me alegra que presente su renuncia. La razón más fuerte es la que expresa: no se siente con fuerzas para llevar adelante tan alta misión.
Hace ya muchos años, algunos defendíamos que en cualquier caso y situación, hay que ser capaces de renunciar, y en el caso de los papas, también, por el bien de la Iglesia.
No pocos nos veían como si fuéramos malos hijos de la Iglesia. Y es que no sabían que el Derecho Canónico contempla la posibilidad de renuncia de los papas, la historia nos habla de varios papas que renunciaron, de otros como Juan XXIII, Pablo VI...que se lo plantearon y " por amor a la Iglesia" -no por aferrarse al poder- vieron que era más conveniente no renunciar...
Ante tantos incapaces, ¿habrá una catarata de dimisiones?
Ante este gesto maravilloso de Benedicto, me pregunto, pensando en el bien de la Iglesia
( universal, diocesana, parroquial, congregaciones, asociaciones...), ¡y de la sociedad!, ¿no sería un buen servicio y un gran testimonio que muchos renunciaran a sus cargos, a sus "puestos de servicio" cuando ya no sirven bien? ¿Tan poco amor tienen a la Iglesia? ¿Tan poco amor tienen a su país, su empresa, su pueblo, asociación, tantos jefes, jefecillos y mandamases?
Nuestro Vicario de Cristo no tira la cruz, ni abandona la cruz ni se baja de la cruz,como algunos le acusan. Él no quiere ser cruz, quiere ser resurrección, y desea que le suceda otro que lo pueda hacer mejor pues él no se ve con las fuerzas suficientes. En una entrevista llega a decir que unas veces la renuncia es buena y otras veces, es una obligación.
El mismo Benedicto habló de un gran pecado de la Iglesia: la búsqueda de poder. El pecado me parece más grave cuando se disfraza de humildad, servicio, frases bíblicas etc
Papa, hermano y amigo
¡Qué bueno es sentir a un papa como hermano en la fe y no como Dios en la tierra y propietario de la Iglesia! ¡y qué bueno para nosotros y para Benedicto volver a ser Joseph, un cristiano de a pie! Siempre todos somos servidores de Cristo y de los hermanos. Algunos, sólo durante un tiempo, son Vicarios de Cristo.
¡Gracias, Benedicto, hermano siempre, y en un tiempo Papa...¡papá!
Es precioso saber morir y bajar a la tumba tras una entrega total. Me parece más precioso para mí bajar al nivel de los hermanos. Un Papa nunca debe subir a las nubes ni a pedestales y debe saber bajar al nivel de los más "bajos" en salud, alimentos, cariño, cultura, fe...
Seguro que no te extraña que la gente vea las cosas de otra manera y critique determinadas posturas: hasta Cristo criticó y amonestó a san Pedro.
Nota de humor: Como cualquier cristiano, yo también podría ser elegido Papa. Bastaría que el Espíritu Santo se fijara en mí, porque si sólo es asunto de los cardenales que eligen, no tengo nada que hacer.
Si me nombraran a mí, me iba a llamar "Pedro II". ¡ Cómo iba a alegrar y entretener a los adivinos, inocentones, vividores de profecías y conversadores sin tema...! 
(Dicen que hay una profecía que con Pedro II papa, viene el fin...). ¡Cómo me iba a divertir! ¡Es que no ganamos para profecías apocalípticas...! Y algunos "creyentes" creen que tras Benedicto viene el fin del mundo o de la Iglesia. 
Ni siquiera vendría si me nombraran a mí...
RD

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