Según la votación del público universitario, el ideólogo ateo perdió la confrontación frente al hasta hace poco jefe de la Iglesia Anglicana.
Más de 800 personas, la mayoría estudiantes universitarios, asistieron la semana pasada a un esperado debate en la Cambridge Union Society (CUS). Este histórico club privado de debate vinculado a la Universidad de Cambridge invitó a varios ponentes para discutir la premisa: “La religión no tiene espacio en el siglo XXI”. Entre los intervinientes estuvieron Rowan Williams, que acaba de dejar su liderazgo al frente de la Iglesia Anglicana, y Richard Dawkins, cabeza visible del ateísmo a nivel mundial.
Cada miércoles, la CUS organiza en las salas de su edificio de más de 200 años un debate sobre un tema de actualidad, contando con expertos y personalidades ampliamente reconocidas. El del pasado día 31 pretendía cuestionar la necesidad de la religión en este nuevo siglo y planteaba las preguntas: “¿Es la religión compatible con la vida del Siglo XXI? ¿Cómo puede conseguirse que encaje con las leyes y valores modernos? Y si fuera compatible, hace la religión más bien que mal?”.
A favor de la proposición se presentaron al debate Richard Dawkins, Biólogo evolucionista y autor de varios libros muy populares, como “The God Delusion” junto al jefe ejecutivo de la Asociación Británica Humanista, Andrew Copson. Enfrente tuvieron al profesor de Estudios Islámicos de la Universidad de Oxford Tariq Ramadan, el director asociado de la Sociedad Henry Jackson Douglas Murray y Rowan Williams, autor de varios libros y nuevo jefe del Magdalene College de Cambridge.
Tras escuchar todas las intervenciones, una parte del público votó a la salida qué parte del debate les había convencido más. Los favorables a la premisa “la religión no tiene espacio en el siglo XXI” salieron derrotados por 136 a 324 votos.
DAWKINS: LA RELIGIÓN, SIN RESPUESTAS RELEVANTES
Durante el debate, Dawkins defendió que la religión es un “pretexto”, una forma de esquivar la realidad. Esta, según su opinión, es “redundante e irrelevante”, además de “una traición al intelecto, una traición a todo lo mejor de nosotros, lo que nos hace humanos”, aseguró. La religión, siguió, “parece contestar a la pregunta hasta que examinas y te das cuenta de que no lo hace… Disemina explicaciones falsas cuando se podrían haber ofrecido explicaciones reales, explicaciones falsas que obstaculizan la iniciativa de descubrir explicaciones reales”.
En el contexto científico, opinó Dawkins, la religión hace la función de un “charlatán pernicioso”. En conclusión, el representante ateo concluyó que la sociedad funcionaría mejor, no peor, si no estuvieran presentes las religiones establecidas.
WILLIAMS: LA RELIGIÓN, CLAVE EN DERECHOS HUMANOS
Por su parte, Rowan Williams, que ya tuvo un debate con Dawkins hace un año, aseguró que la religión “ha sido siempre una cuestión de construir comunidades, una cuestión de construir relaciones de compasión y, me atrevo a decir, de inclusión”.
Por tanto, mirando a la Historia, Williams argumentó que no se trata tanto de decidir si la religión debe existir o no, sino de ver cuál debería ser la actitud que se tiene hacia esta. Argumentó, por ejemplo, que los derechos de las personas “tienen profundas raíces” en las comunidades de fe. “La convención de los Derechos Humanos no hubiera sido lo que es si no hubiera sido por la historia del debate filosófico y religioso”. Enfatizó en este sentido que el respeto por la vida humana y la igualdad es inherente en todas las religiones organizadas.
Además dijo que “el argumento que dice que el compromiso religioso deba ser un asunto meramente privado choca contra la Historia de la religión”.
CONVERSACIÓN ABIERTA
Este debate, en el que el público podía tomar la palabra y plantear preguntas, se enmarcó en la idoneidad o no de la religión en su sentido amplio, y por tanto no se centró en abordar las diferencias entre religiones.
Puede ver el vídeo del debate completo, incluyendo las intervenciones de los otros conferenciantes, aquí (inglés).
La Cambridge Union Society es, tal como define en su página web , un “club privado” vinculado a la Universidad de Cambridge. Es una de las “asociaciones de debate entre estudiantes más antiguas”. La entidad “defiende la libertad de expresión y la democracia participativa” y organiza debates de ideas de todo tipo. El objetivo es “retar presunciones y prejuicios sobre un amplio abanico de ideas”.
Fuentes: Cambridge Union Society, The Independent
Editado por: Protestante Digital 2013
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