Thursday, July 24, 2014

L’Aveyron y sus testigos por Pedro Pablo Achondo ss.cc. Visitó la tumba de André Jarlan


Por Pedro Pablo Achondo, ss.cc.
L’Aveyron es una región al sur de Francia donde los hermanos ss.cc. tienen una comunidad hace ya varios años y de la cual provienen no pocos hermanos que hoy conforman la Provincia de Francia. La comunidad está ubicada en un pequeño pueblo llamado Villefranche de Rouergue y viven, hasta pocos meses más, en el impresionante Château de Graves; un castillo de estilo renacentista (construido entre 1543-1555). Fue allá donde fui a parar hace una semana. Quisiera compartirles esto porque además de encontrarme con una maravilla de región, llena de naturaleza, bosques, castillos, Iglesias medievales, historia… me encontré con una comunidad ss.cc. muy acogedora y simple y con una Iglesia hermosamente fértil. Una Iglesia que ha dado santos y santas, misioneros, mártires, fundadoras de congregaciones religiosas (aquí están los restos de Santa Emilia de Rodat) y una larga lista de buenos frutos para el Reino, el mundo y los pobres.
Entre ellos, me gustaría compartirles algunos testigos. Grande fue mi sorpresa al saber que en un pequeño pueblo llamado Rignac, a pocos kilómetros de Villefranche, yacen los restos de nuestro querido y conocido André Jarlan. Varios de los hermanos ss.cc. lo conocieron bien, pues o se encontraron siendo curas jóvenes de la misma diócesis o incluso compartieron una juventud. Junto con Martial Couderc, ss.cc. (78) –misionero en Ayaviri por varios años; y el padre Raymond González (85)– cura diocesano que fue misionero en México y también en Chile, en una parroquia en Lo Valledor; fuimos a visitar al hermano de André, Jorge Jarlan (77) quien tiene un taller mecánico en Rignac. Compartimos un cafecito, una conversa tranquila y fuimos al cementerio. Allí hicimos un profundo momento de oración. De alguna manera quise transmitirle a Jorge lo importante y significativo que era para mí estar ahí. “La sangre de André no fue en vano” -recé en silencio. “Su hermano es muy importante para los jóvenes curas en Chile” –le dije a Jorge, como quien comparte más un deseo que una realidad-. Este año, el 4 de septiembre, celebramos el aniversario número 30 del martirio de André. Todo ahora posee otro sabor.
Martial ss.cc. en el cementerio de Rignac

 Días después, esta vez solo con Martial, nos dirigimos a una región un poco más alejada. A unos 120 kilómetros de Villefranche se encuentra Aumont Aubrac. Esta vez yo no sabía muy bien a quién visitaríamos. Martial me contó un poco en el camino, que a propósito era hermoso. Pasamos por una planicie en altura que algo nos recordó los paisajes altiplánicos. Llegamos finalmente a una vieja casa cerca de la parroquia. Allí nos recibió Francisco d’Alteroche; Paco para los cercanos. Monseñor Paco, para los que lo conocieron en su ministerio. Paco d’Alteroche posee una historia digna de ser contada, pues pasó varios años en Argentina (en Resistencia y en La Rioja), donde fue muy cercano a Monseñor Angelelli. Incluso el mismo Angelelli lo alertó para salir del país, pues la policía de la dictadura lo buscaba insistentemente. Semanas más tarde el propio Angelelli sería asesinado en un simulado accidente de auto. Golpe terrible para Paco que ya estaba en Francia a salvo. Sin embargo su porfía, pues los buenos discípulos lo son, pidió volver a América Latina. Esta vez el contacto fue otro testigo de estas tierras de l’Aveyron; Louis Dalle, ss.cc. Louis Dalle llevaba años en la Prelatura de Ayaviri, en el altiplano peruano. Había sucedido a Monseñor Metzinger, ss.cc. a cargo de la Prelatura. La figura, trabajo y testimonio de Lucho Dalle habían inspirado y motivado a varios curas, laicos y religiosas de Francia, y otras partes, a partir como misioneros a Perú. Así fue como Paco d’Alteroche pasó más de 15 años en las alturas de Ayaviri. Recibió un segundo gran golpe cuando supo de la muerte de su amigo y pastor Louis Dalle, ss.cc.. Monseñor Paco vive actualmente en Francia, pero sigue viajando y pasando varios meses del año en una pequeña parroquia en el altiplano peruano.
Y claro, otro testigo de estas tierras es nuestro hermano Louis Dalle. Una placa lo recuerda en su tierra natal de Feneyrols, en la parroquia donde fuera bautizado Saint Pierre et Saint Paul en Prinsuejols y en su casa natal. Lucho Dalle tuvo una vida increíble, desde haberse salvado de los campos de exterminio nazi hasta una vida entregada en un verdadero ministerio misionero en Perú.

De ahí que la visita estuviera cargada de una historia fértil de Iglesia comprometida, abierta y disponible. Gracias Señor por estos hermanos ss.cc. y estos testigos que nos siguen, silenciosamente, empujando a mares más profundos y periferias abandonadas. 
Château de Graves, comunidad SS.CC.
En casa de Jorge Jarlan, con Martial ss.cc. y Raymond Gonzalez
Cementerio, tumba de André Jarlan
Villeneuve


Almorzando con Martial y Paco d'Alteroche

Placa recordatoria de Louis Dalle, ss.cc.
Iglesia en Villefranche con frescos de Nicolai Greschny
SS.CC. Chile

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