En entrevista el secretario general de Caritas Internationalis traza un balance de la reciente asamblea general, aborda la polémica sobre el cambio climático y anticipa el rumbo de la organización bajo el mando del cardenal Luis Antonio Tagle
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZCIUDAD DEL VATICANO
“Existen alianzas necesarias para cambiar el mundo”. Lo afirma el secretario general de la federación Caritas Internationalis, Michel Roy, sobre la polémica suscitada en las últimas semanas por la colaboración de la Santa Sede con Ban ki-Moon y otros actores internacionales comprometidos en la lucha contra el cambio climático. “Nuestra identidad es clara, todos lo saben”, agregó, subrayando que la Iglesia nunca apoyará el control natal masivo, como algunos de estos personajes proponen.
En entrevista con el Vatican Insider, el secretario abordó ese y otros temas, como la elección del cardenal Luis Antonio Tagle como presidente de la federación, el primer asiático en ocupar ese puesto.
¿Cuál es el balance de la asamblea general, que tuvo lugar del 12 al 17 de mayo en Roma?
La asamblea general de Caritas tiene lugar cada cuatro años, discute sobre el tiempo previo y adopta orientaciones estratégicas para los años sucesivos. Esta asamblea se centró en la preparación del plan de trabajo, también fue un momento de renovación de las instancias de gobierno y momento de oración con el santo padre, que celebró una misa en San Pedro.
Discutimos sobre la llamada del Papa a ser Iglesia pobre y para los pobres, de las desigualdades que se incrementan y del cambio climático. Adoptamos varias orientaciones estratégicas: poner a Caritas en el corazón de la Iglesia, para movilizarla a ser más solidaria con los pobres; salvar vidas y reconstruir comunidades después de las emergencias, que se han multiplicado.
Sobre el tema del cambio climático se han dado grandes polémicas, incluso antes de la publicación de la encíclica “ecológica” del Papa Francisco. ¿Afrontaron estos debates?
Estudiamos el cambio climático como causa de empobrecimiento y destrucción de la creación. Este año es importante, no sólo por la encíclica del Papa sino también por la adopción de parte de las Naciones Unidas de los Objetivos del Milenio. En septiembre, el santo padre abrirá (en Nueva York) la sesión de la ONU sobre este tema y a finales del año, en París, tendrá lugar la conferencia sobre el clima. Nosotros decidimos involucrarnos y todos los miembros de la confederación (de Caritas) han sido invitados a enviar cartas o a hablar con sus gobiernos sobre la importancia de comprometerse realmente para que los daños no lleguen a ser irreversibles.
También ayudamos a las comunidades afectadas a adaptarse al cambio, especialmente cuando se da la sequía. Es difícil cuando se trata de inundaciones o tifones. Recibimos un mensaje del secretario general Ban ki-Moon dirigido a la asamblea invitándonos a participar más, sobre todo en este tema del clima y también un videomensaje de Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, quien nos invitó a trabajar con ellos en la erradicación de la pobreza extrema. Creemos que el cambio provocado por el calentamiento global es irreversible y no se puede volver atrás, se pueden solamente limitar las consecuencias.
Existe una controversia en sectores católicos por la presencia en El Vaticano de Moon y otros que vinculan el cambio climático a la necesidad de introducir un control natal a gran escala. ¿Se puede colaborar con ellos no obstante las posiciones contradictorias?
Nosotros somos muy claros sobre quiénes somos, nuestra identidad es clara y ellos lo saben. Pero no se puede cambiar el mundo sin ellos, no se puede luchar contra la pobreza extrema sin pensar en un nuevo modelo de desarrollo más centrado en la persona y no solamente en las finanzas. Existen alianzas necesarias y si ellos quieren trabajar con nosotros, saben que deben respetar nuestra identidad y nuestros valores.
Es paradójico que cuando grupos de lobby muy fuertes intentan cambiar algún aspecto de tipo ético buscan a organizaciones religiosas, cristianas, judías o musulmanas, porque se dan cuenta que ellas actúan realmente en el campo y son comunidades de fe organizadas. Tenemos la capacidad de llevar adelante nuestra visión antropológica. Debemos discutir sobre esto.
Es muy significativo que, por primera vez, un eclesiástico asiático haya sido elegido para tomar las riendas de Cáritas, cardenal filipino Luis Antonio Tagle. ¿Qué significa eso?
Su elección como presidente fue recibida muy bien por los miembros de la asamblea, él viene de una Iglesia y un pueblo muy activos, que se miden con muchos problemas. Filipinas es un país donde la migración es fuerte, es un territorio de emergencias climáticas, con tifones, terremotos y erupciones volcánicas. El cardenal Tagle viene de esta Iglesia, fue párroco y obispo, conoce bien el empeño social de la Iglesia que él mismo ha animado. Tiene la experiencia de la pobreza y de la lucha contra este flagelo con un alma inspirada por Dios. Los latinoamericanos se sienten muy identificados con esta Iglesia “de periferia”.
¿Cambiará el rumbo de la Caritas? ¿Aplicará un golpe de timón “progresista”?
Creo que continuará llevando adelante nuestra labor según las orientaciones que se han definido. La grandeza y la fortaleza de Caritas es la de estar presente en las comunidades. La solidaridad es una cosa que se vive entre la gente, no es una cuestión de proyectos. Claro, se necesita planear para seguir adelante, pero nuestra labor es una cosa humana. Queremos reforzar esa presencia, en los barrios y en las parroquias de todo el mundo, es ahí donde se construye el reino de Dios. En Filipinas, así como en África y en América Latina, las comunidades de base son muy activas y el cardenal Tagle conoce esta experiencia. Además, él tiene una facilidad de palabra y podrá ser una voz eficaz a nivel internacional. Es un hombre muy humilde, que puede hablar con fuerza a los políticos, a los que toman las decisiones que pueden crear la pobreza o, al contrario, pueden ayudar a salir de la pobreza.
Vatican Insider
No comments:
Post a Comment