Wednesday, August 06, 2008

La Iglesia católica lidera la lucha mundial contra el sida


El 27% de los recursos que se destinan contra la pandemia proviene de esta institución
Los datos derriban el mito. El 27% de los recursos que se destinan contra la pandemia proviene de esta institución, frente al 44% que aportan todos los gobiernos del mundo juntos.

"El amor, el cariño y el trato que he recibido de los cooperantes de Cáritas Internacional me han mantenido con esperanza. De hecho, le debo mi vida a los trabajadores religiosos. Ellos me han hecho revivir. Estaba realmente asustada por mi muerte, pero ahora ya no”.
Son las estremecedoras palabras de una de las personas infectadas por VIH en India. Y es una de las muchas personas que participa en uno de los cientos de programas que desarrolla Cáritas Internacional. Según el último informe de Onusida, Situación de la epidemia del SIDA 07, en el mundo hay 33,2 millones de infectados con VIH. La región más afectada es la zona de África Subsahariana (22,5 millones).
Palabras como muertes, infecciones, preservativos, ayudas internacionales salen a la palestra cuando se habla del problema del sida. Pero, ¿qué decir del papel de la Iglesia en este asunto? En la actualidad, el 27% de las instituciones que combaten el VIH en el mundo pertenecen a la Iglesia católica. O lo que es lo mismo: uno de cada cuatro enfermos de sida son atendidos por instituciones católicas.
Entre los recursos que destina la Iglesia católica para combatir la pandemia, se encuentran 5.256 hospitales, 17.530 dispensarios, 577 leproserías y 15.208 residencias para ancianos. A esto hay que añadir las numerosas instituciones que están implicadas en la lucha contra el sida. Junto a Cáritas Internacional, que opera en 107 países, hay otras muchas organizaciones que reman en la misma dirección. Es el caso de congregaciones y asociaciones internacionales como las Vicentinas, Comunidad de San Egidio, Camilianos, Juaninos, Jesuitas, religiosas de la Madre Teresa, el Hospital del Niño Jesús de la Santa Sede o Farmacéuticos católicos.
Monseñor Vitillo, consejero de Cáritas Internacional, que participa en la Conferencia Mundial del SIDA, que se está celebrando en México del 3 al 8 de agosto ha explicado recientemente la labor que realiza la Iglesia católica en este asunto. El primer punto, señala, consiste en “enseñar a la gente tanto los hechos relativos a la pandemia, como los valores permanentes que deberían fundamentar nuestra respuesta.
Esto incluye tanto la prevención de la ulterior difusión del virus —con medidas como la abstinencia sexual fuera del matrimonio o la fidelidad conyugal— como el amor a los enfermos, la solidaridad, la superación de la discriminación y el rechazo”. La segunda misión es “servir a las personas”. En este sentido, Vitillo explica que “además de Cáritas otras muchas organizaciones católicas que están trabajando para ayudar a las personas que están afectadas por el VIH”. En tercer lugar, el consejero de Cáritas Internacional, apunta que la Iglesia ofrece “atención pastoral a las personas que conviven con el virus.
Muchas personas que conocen de primera mano el impacto del virus tratan de profundizar su relación con Dios, especialmente cuando tienen que afrontar el desafío que les plantea el virus a ellos o a sus seres queridos”. Para coordinar todos los esfuerzos Juan Pablo II creó la Fundación El Buen Samaritano, que hasta el momento ha dispensado antirretrovirales a más de 20 países.
Javier Táuler

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