Saturday, August 09, 2008

La Iglesia celebra el Día del Niño con menores trasplantados

El Día del Niño se celebra en agosto, Mes de la Solidaridad. Por ello la Vicaría para la Familia celebrará esta fiesta con un grupo de niños que gracias a la donación de órganos ha podido seguir con vida. En este espíritu, el padre Marcos Burzawa, Vicario para la Familia, envió a los fieles una invitación a llenar esta fiesta de sentido.


Agosto es un mes de regalos para el alma de Chile. El Día del Niño, por un lado, es una oportunidad que se nos da como país de celebrar la vida de los más pequeños. De mirarlos y reconocer en ellos la transparencia, la inocencia, la generosidad y la confianza. ¡Cuánta falta nos hacen estos valores en nuestra sociedad chilena!


Por otro lado agosto es el mes de la solidaridad. En este período la Iglesia nos hace, con el modelo y bajo la protección del Padre Hurtado, una invitación a salir de nosotros mismos, a cambiar nuestra forma de vida y a encontrar la felicidad más plena que sólo se obtiene al donarse.


Precisamente por la importancia que tienen nuestros niños y por esta solidaridad que nos desafía, hemos querido celebrar este domingo con niños que hoy pueden gozar de la vida gracias a la generosidad profunda de personas que a pesar de su dolor donaron los órganos de sus seres queridos fallecidos.


También están en nuestra mente y en nuestra oración los cientos de niños que esperan trasplantes y que hoy celebraran el Día del Niño con sus familias, muchos de ellos incluso internados en hospitales. Dios permita que ellos reciban el regalo más preciado que les permita seguir con vida.


Un especial recuerdo para los niños que han sido donantes. Se trata de menores que ya no están con nosotros, pero cuyo testimonio de generosidad debe mover la conciencia de los chilenos. Sus familias han vivido en carne propia el dolor, pero a la vez la esperanza que surge de la experiencia de la muerte.


Tampoco quisiéramos olvidar a los miles de niños que han muerto esperando la llegada del órgano que les salvaría la vida. Estoy cierto que ellos interceden hoy ante el Padre para que los pequeños que hoy esperan un trasplante puedan seguir viviendo.


La invitación que les hacemos es a llenar de contenido el Día del Niño. Qué esta fiesta no esté centrada en el consumo; sino, por el contrario, en la donación. Conversemos este tema en familia y expresemos nuestra voluntad de ser donantes. Esa es la mejor lección de vida que podemos dar a nuestros hijos. ¡Qué Dios bendiga a todos nuestros niños y a los padres y madres que están llamados a ser sus primeros educadores!


P. Marcos Burzawa msf


Fuente: DOP Santiago - www.iglesiadesantiago.cl

Santiago, 09/08/2008

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