Este es un espacio para alimentar y vitalizar la dimensión espiritual y humana de las personas comprometidas con la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria. Todos somos peregrinos. "sal de tu tierra, de tu casa y vete a la tierra que yo te mostraré; haré de tí una gran nación y te bendeciré." (Gén. 12, 1 ss)
Saturday, July 02, 2011
LOS INDÍGENAS PERUANOS: DESTERRADOS POR FALTA DE OPORTUNIDADES
Por falta de infraestructura y posibilidades de desarrollo miles de indígenas de Perú se tienen que trasladar a las grandes ciudades. Debido a sus tradiciones no pueden establecer títulos de propiedad territorial y padecen enormes carencias.
La pareja indígena de Sanke Vima y Soi Jisve, al igual que sus cuatro hijos, nacieron en Ucayali, en plena selva peruana, y pertenecen a una antigua comunidad prehispánica: los shipibos. Para ellos es importante conservar la cultura de su pueblo.
Pero no viven en la selva, sino en pleno centro de Lima, apenas a medio kilómetro del Palacio de Gobierno. En 2001 decidieron afincarse aquí por la falta de oportunidades en su tierra. “Nosotros trabajábamos en la agricultura y no hay mucha ganancia. No hay mucha demanda. Los productores de agricultura tienen precios muy bajo. No alcanza para la familia. Entonces, por ese motivo nosotros tenemos que venir aquí a la capital en busca de una mejor calidad de vida”, explica Sanke.
En el barrio de Cantagallo viven 500 familias shipibas en condiciones sanitarias mínimas y con un sólo baño para todos ellos. Recuerdan con nostalgia la vida en sus lugares de origen.
“Me gustaba en las tardes o en la mañana, me iba a la playa, me iba con mi flautita tocando música. O con canoa me iba por el río... bajando, tocando la música”, recuerda Sanke con añoranza.
La situación de esta comunidad shipiba no es muy diferente a la de otros grupos indígenas. En Perú se estima que la tercera parte de la población es estrictamente nativa. Estos grupos padecen enormes carencias en sus lugares de origen.
Pero el principal problema es el diferente concepto de posesión de la tierra que tienen ellos y los mestizos. Para los indígenas, lo que ellos llaman "territorio integral" pertenece a una comunidad o a un pueblo, no a personas individuales. Por eso entran en conflicto con la idea de que se puedan conceder títulos de propiedad de pequeños lotes a una familia o a una persona.
Shirú Pizankuel, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), explica: ”Así como para el pensamiento occidental lo importante es tener dinero, para el indígena su banco, su casa, su universidad, su vida es el territorio integral. Por eso es que un indígena sin tierra es un indígena que no tiene vida”.
La situación que padecen hoy los pueblos indígenas es aún más grave si se tiene en cuenta que, según las antiguas crónicas españolas, en el momento de la colonización vivían en Perú unos 12 millones de incas con un excelente nivel de vivienda, alimentación y salud.
Ante la falta de infraestructura y de posibilidades de desarrollo en sus lugares de origen, miles de indígenas se trasladan a la gran ciudad. Y lo hacen sacrificando la calidad de vida que puede ofrecerles un entorno más natural y familiar, con la esperanza de un futuro mejor. Aunque muchos sueñan con regresar algún día. Mientras tanto, confían en que el Estado los ayude a concretar aquí las ilusiones que los llevaron a dar el difícil paso de abandonar sus hogares.
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