"El mensaje religioso no responde a una visión trasnochada de la sociedad"
"El ordenamiento jurídico de las sociedades europeas está alejándose de la inspiración cristiana"
Monseñor Adolfo González Montes, Obispo de Almería, ha participado esta semana en la XVII Semana de Teología organizada por la Delegación Episcopal para la Enseñanza Católica, que ha tenido como eje central la Sagrada Escritura. Cerca de 200 participantes, en su mayoría profesores de Religión de primaria y secundaria de centros educativos de Almería, han participado en estas jornadas donde han compartido experiencias. Dice que "el ordenamiento jurídico de las sociedades europeas está alejándose de la inspiración cristiana que dio impronta a lo que es la cultura occidental" y asegura que la JMJ puso de relieve que la fe "no es una cosa de minorías" ni algo "trasnochado". Lo entrevista A. Maldonado en Ideal.
- La Semana de Teología lleva ya diecisiete ediciones tratando temas de actualidad. ¿Por qué nacen estas jornadas?
- La Teología es necesaria para los profesores de Religión y moral católica, pero esta actividad no sólo se dirige a ellos sino que está abierta a todo el que tenga interés en venir. Vienen también los alumnos del Instituto Superior de Ciencias Religiosas y los alumnos del Seminario. Todos ellos se benefician de esta Semana de Teología que, igual que el curso de verano de Teología que tenemos en Roquetas de Mar, resulta de gran interés y tiene enorme eco.
- ¿Por qué el tema elegido ha sido la Sagrada Escritura?
- Hemos tenido en cuenta la Exhortación apostólica recién aparecida de Benedicto XVI que tiene por tema la Sagrada Escritura y su transmisión. Un tema relacionado con la evangelización de nuestro tiempo. Pero es que además la Sagrada Escritura es como sabemos, y así lo dice el Concilio Vaticano II, el alma de la Teología y la fuente de inspiración de la vida cristiana. Por tanto era obligado elegir el tema de la Sagrada Escritura para esta Semana de Teología.
- En el curso de verano organizado en el mes de julio, también por la Delegación Episcopal para la Enseñanza Católica, se habló de ciertas trabas con las que se encontraba la práctica religiosa.
- No se puede decir que haya trabas en el ejercicio del culto, sino más bien en lo que representa el poder presentar el mensaje evangélico en toda su trascendencia personal y social en el contexto de la cultura contemporánea. Estamos en un momento en que el ordenamiento jurídico de las sociedades europeas, de las sociedades del bienestar, está alejándose de la inspiración cristiana que dio impronta a lo que es la cultura occidental en su conjunto. Este es el motivo por el que aparecen las confrontaciones, las dificultades y, naturalmente, hay poderes de este mundo que tratan de limitar la libre proclamación de la Palabra de Dios, por la trascendencia social y cultural que en última instancia esta Palabra tiene para la vida humana y la sociedad.
- Dentro de este contexto del que nos habla, ¿cuáles son los retos de la Iglesia católica?
- Sin duda, los mismos que los retos del Cristianismo. Dicho de manera coloquial,se pueden resumir en el reto de la nueva evangelización. Necesitamos proponer el Evangelio una y otra vez, pero tenemos que hacerlo teniendo en cuenta la naturaleza de la cultura de nuestro tiempo, la cultura de la sociedad actual, el ordenamiento jurídico, los usos y costumbres; digámoslo así, las tendencias de la sociedad en todos estos campos. Y eso exige un esfuerzo de aproximación, tanto en el lenguaje como en el conjunto de contactos que tiene la Iglesia con los distintos sectores de la sociedad. Al fin y al cabo, la Iglesia resulta de la conversión de la gente, es un conjunto de personas convertidas a la Palabra de Dios.
- Aún así, pese a las trabas mencionadas anteriormente, hemos visto estos días pasados cómo a Madrid acudían miles de personas a la Jornada Mundial de la Juventud, ¿qué le ha parecido?
- La Jornada Mundial de la Juventud ha puesto de relieve que la fe cristiana no es una cosa de minorías. ¿Es que es posible explicar la trayectoria cultural de Occidente y lo que hoy entendemos por dignidad de la persona y derechoshumanos-en el sentido en el que Occidente ha vivido lo quesupone la pugna por la libertad personal y social- al margen del cristianismo? Francamente, es bastante difícil; pero el que los jóvenes sigan al Papa y el mensaje evangélico pone de relieve que el mensaje de la Iglesia sigue siendo actual. No se puede decir que responde a una visión trasnochada de la sociedad. Es una propuesta utópica, como utópico es el Evangelio, pero que está sostenida sobre la novedad absoluta que trae consigoel mensaje de Jesús, más aún su persona.
- Volviendo a la Semana de Teología, ¿es importante para los profesores de Religión contar con un foro como este?
- Pienso que es mucho el aliciente que lleva consigo esta semana, porque para los profesores de Religión es un momento de reflexión a partir de lo que podemos llamar formación permanente. Es una forma de reciclar el propio pensamiento especializado en la transmisión de la Religión y la moral católica, que se hace en los colegios ya sean privados o públicos. Es una oferta que está ahí y que responde al deseo de padres, que son los primeros educadores, que tienen una responsabilidad educativa para con sus hijos. Se habla mucho del derecho a enseñar la fe, pero hay que hablar también del derecho a recibirla, a aceptar la propuesta evangélica.
- Esta Semana de Teología está organizada por la Delegación Episcopal para la Enseñanza Católica, ¿cuál es su función?
- Está unida a la Pastoral de la Cultura. Es una delegación episcopal que considera estas dos dimensiones. Por una parte, la Enseñanza católica, que es compleja y más en las condiciones en que hoy se da esta enseñanza, que parece a veces una carrera de obstáculos, a causa de un conjunto de limitaciones que hacen muy difícil llevar adelante un sector tan importante de este trabajo pastoral que se encomienda a un delegado episcopal y a su equipo; y por otra parte, la Pastoral de la Cultura, la búsqueda del diálogo entre fe y cultura, fe y sociedad, fe y sistemas jurídicos; es decir, fe y cosmovisión, en definitiva, de nuestro tiempo. Y naturalmente ahí tenemos una asignatura que quisiéramos aprobar en su momento y es ver de qué manera podemos hacer presente también una reflexión cristiana en el Campus universitario; pero esto está muy difícil porque las universidades que históricamente lo tienen, siguen esa trayectoria, mejor que peor, pero en universidades nuevas como la nuestra, la de Almería, realmente establecer ese diálogo es algo difícil y complejo. No porque no haya cristianos dentro, tanto profesores como alumnos, sino porque buscar la manera institucional de hacer presente el cristianismo; en definitiva, la reflexión teológica en un contexto universitario, es algo difícil, desgraciadamente, a pesar de vivir en una sociedad democrática.
RD
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