Los vecinos denuncian que los devotos "esperan el día del juicio final"
Llevan 22 días encerrados, en "retiro espiritual"
Un pastor evangélico y un grupo de 61 fieles se encuentran encerrados, desde hace 22 días, en una iglesia de La Habana "hasta que Dios mande". El caso ha levantado la expectación, hasta el punto que el gobierno de Raúl Castro está tratando de mediar para que finalice lo que denominan "retiro espiritual".
"Estamos simplemente en un retiro espiritual, celebrando por mandato de Dios, y esto será hasta que Dios mande, no es una decisión nuestra", contó vía telefónica William Herrera, hijo del pastor Braulio Herrera.
El joven está junto con el grupo de fieles desde el 21 de agosto dentro de un templo de la Iglesia Pentecostal Asamblea de Dios, en una céntrica calle de La Habana.
La iglesia está custodiada por decenas de policías, que bloquearon el tránsito de vehículos y peatones por la zona.
Muchos vecinos, poco acostumbrados a este tipo de prácticas religiosas, especulan que los devotos esperan así "el día del juicio final", del "fin del mundo" o "la llegada de un tsunami que barrerá con todo", dijo una de ellos a AFP.
Herrera, de 26 años y quien asumió la vocería del grupo, descartó esas "habladurías" y señaló que no es la primera vez que se organizan estos retiros, en los cuales el templo "garantiza" a los fieles las "condiciones necesarias" para su descanso y alimentación.
La policía mantiene acordonada la zona donde se encuentra el templo en la calle Infanta, en el centro de La Habana, desde el pasado viernes, aunque ha dejado acceder a vecinos del lugar pero no a la prensa.
Según William Herrera, las más de 60 personas encerradas, entre ellos "nueve o diez niños" en edad escolar hasta la enseñanza secundaria, y cuatro mujeres embarazadas, se dedican a la oración, "cantamos alabanzas y tenemos un tiempo de culto y búsqueda de Dios".
También refirió que los niños están recibiendo clases de materias como matemáticas e inglés "para que no tengan problemas al regresar a sus cursos regulares".
Herrera negó, como habían afirmado algunos vecinos, que su padre hubiera tenido algún problema con la directiva de la Asamblea de Dios, aunque admitió que fue "separado" de esa congregación evangélica, de la que ha sido pastor desde hace nueve años.
En una nota oficial, el gobierno de Raúl Castro informó el domingo que está mediando para resolver la crisis en el templo, donde entre los que permanecen enclaustrados por su propia voluntad están cuatro embarazadas, niños y ancianos, lo que motivó la preocupación de familiares y líderes religiosos.
(Rd/Efe)
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