Thursday, May 10, 2012

Benedicto XVI: “Hay que discernir entre las numerosas respuestas que recibimos de Internet”



Mensaje del Papa para la 46ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2012


M. GÓMEZ | “La Red se está transformando cada vez más en el lugar de las preguntas y de las respuestas”, pero hay que discernir los estímulos recibidos, para “reconocer e identificar las preguntas verdaderamente importantes”. Lo dice el papa Benedicto XVI en su mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales 2012, que se celebra el próximo domingo 20 de mayo.
El Papa había dedicado los mensajes de los últimos años a reflexionar sobre las nuevas tecnologías y las posibilidades que Internet, redes sociales, etc. ofrecen a la evangelización. También ahora se refiere a estos espacios como “el punto de partida en la comunicación para muchas personas que buscan consejos, sugerencias, informaciones y respuestas”.
“La Red se está transformando cada vez más en el lugar de las preguntas y de las respuestas”, asegura el Pontífice, que, con todo, advierte del hecho de que “el hombre contemporáneo es bombardeado por respuestas a interrogantes que nunca se ha planteado, y a necesidades que no siente”.
En este contexto, “el silencio es precioso” para “favorecer el necesario discernimiento entre los numerosos estímulos y respuestas que recibimos, para reconocer e identificar asimismo las preguntas verdaderamente importantes”.
El valor del silencio
El mensaje de este año se titula Silencio y Palabra: caminos de evangelización, y en él, Benedicto XVI reflexiona sobre estos dos momentos de la comunicación, opuestos pero complementarios, que “deben equilibrarse, alternarse e integrarse” para lograr que las personas dialoguen verdaderamente y se acerquen en profundidad.
Hasta tal punto son necesarios el uno para el otro que, cuando se excluyen mutuamente, la comunicación “se deteriora”, bien porque provoca “un cierto aturdimiento o porque, por el contrario, crea un clima de frialdad”. “Sin embargo –sigue el Papa–, cuando se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado”.
El Pontífice otorga valor al silencio porque “sin él no existen palabras con densidad de contenido”.
“En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos. Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y a nosotros no permanecer aferrados solo a nuestras palabras o ideas, sin una oportuna ponderación”.
De esta manera, se abre un espacio para la “escucha recíproca” y se hace posible “una relación humana más plena”.
La oportunidad de las redes sociales
En cuanto a la forma de comunicación que propician las nuevas tecnologías, lejos de la crítica vacía, Benedicto XVI aprecia la Red y las diversas redes sociales y aplicaciones como herramientas que “pueden ayudar al hombre de hoy a vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación, pero también a encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir la Palabra de Dios”.
E insiste en las bondades de estas herramientas: “En la esencialidad de breves mensajes, a menudo no más extensos que un versículo bíblico, se pueden formular pensamientos profundos, si cada uno no descuida el cultivo de su propia interioridad”.
“Aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es especialmente importante para los agentes de la evangelización: silencio y palabra son elementos esenciales e integrantes de la acción comunicativa de la Iglesia, para un renovado anuncio de Cristo en el mundo contemporáneo”, concluye.
Vida Nueva

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