Meditando con los santos y beatos del día: B. FRANCISCO DE MONTMORENCY-LAVAL

Hoy, 6 de mayo, la Iglesia conmemora el nacimiento para el cielo del BEATO FRANCISCO DE MONTMORENCY-LAVAL, quien muriera santamente en un día como hoy de 1708 en Quebec, Canadá. Nacido en 1623 en Montigny-sur-Avre, Francia, fue el primer obispo de Quebec. En el año 1980, el Papa Juan Pablo II lo declaró BEATO. Unidos pues a la Iglesia de Francia y Canadá, brindemos nuestro sincero aplauso al Beato Francisco de Montmorancy Laval.
Meditación
"Una de las ambiciones de mi vida fue llegar a ser sacerdote. Y lo logré, con la gracia de Dios, en mayo de 1647. Pero la muerte de mis dos hermanos me obligó a dedicar un tiempo a cuidar de mi familia. Nombrado archidiácono de Evreux, inicié un giro incansable de visitas. Me sentía movido e impulsado por el Espíritu del Señor!!! Fue entonces que recibí el nombramiento de vicario apostólico del Tonquino, en Indochina. Nada menos! Dejé pues encargada mi familia a un hermano menor y me dispuse a partir. Ya estaba todo listo, pero surgieron diversas dificultades que impidieron que se cristalizara el viaje. Me retiré entonces a una escuela ermitaña de espiritualidad, dirigida por Juan Bemiéres, en donde permanecí por cuatro años. Fue entonces cuando el Papa Alejandro VII me nombró vicario apostólico de la Nueva Francia, en Canadá. Esta vez sí logré embarcarme y llegar a Quebec. Empezó así el período más largo de mi vida y el más hermoso. Treinta años de actividad prodigiosa, fundando numerosas parroquias, luchando contra los abusos de los comerciantes extranjeros hacia los nativos indígenas. Me enfrenté también contra el galicanismo de los gobernadores, que no respetaban la cultura propia de la región. Obtuve también del rey Luis XIV diversas privilegios para la Iglesia del Canadá, y logré fundar en Quebec el Seminario que más tarde será la famosa Universidad de Laval. Logré asimismo, la creación de la diócesis de Québec, de la que fui nombrado primer Obispo. Pero la salud se me puso de por medio a mis proyectos ya que me obligó a renunciar a mi incansable tarea...y a mis muchos sueños. Radio Vaticano