Después del llamado de la Conferencia Episcopal de noviembre del año pasado, se sonfirma una solución por el bien de la población y su futuro con esta decisión histórica
LUCA ROLANDIROMA
Los técnicos de la Hokkaido Electric Power comenzaron los procedimientos para desactivar la unidad número 3 de la central de Tomari en la isla de Haokkaido. Un año después del desastre de Fukushima y a un cuarto de siglo de la tragedia de Hiroshima y Nagasaki, Japón ya no producirá electricidad con energía nuclear.
«Una nueva era en Japón sin energía nuclear ha comenzado», dijoGyoshu Otsu, un monje que participó en una manifestación frente al ministerio de la industria de Tokyo y del que dependen las centrales eléctricas del país.
«La generación de energía nuclear en un acto criminal», dijo Otsu, que viste de blanco; «si dejamos que la situación siga como está ahora, habrá otro accidente».
El organizador de la protesta, Masao Kimura, dijo: «Se trata de un día histórico. Ahora podemos demostrar que somos capaces de vivir sin la energía nuclear».
Otras 5 mil personas organizaron una manifestación en un parque de Tokyo, satisfechos por la decisión; se dijeron muy poco precoupados por la alar,a del gobierno sobre el suministro de electricidad; coreaban «Sayonara, energía nuclear».
También la Iglesia católica confirma su oposición a la energía atómica, volviendo a proponer con énfasis la nota que difundió el 8 de noviembre del año pasado titulada “Debemos abolir inmediatamente las centrales nucleares”: «Ante la tragedia de la catástrofe de la central nuclear de Fukushima I», la Conferencia episcopal del país indicaba: «nosotros los obispos japoneses [...] deseamos hacer un llamado para prohibir inmediatamente todas las centrales nucleares en Japón».
Vatican Insider
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