La Palabra de Dios
Mateo 12:46-50
Mientras Jesús estaba todavía hablando a la muchedumbre, su madre y sus hermanos estaban de pie afuera, pues querían hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren hablar contigo.» Pero Jesús dijo al que le daba el recado: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» E indicando con la mano a sus discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Tomen a cualquiera que cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos, y ése es para mí un hermano, una hermana o una madre.»
Reflexiones sobre la lectura de hoy
Yo me imagino en la multitud afuera de la puerta. Me gusta oír a Jesús y mirarlo. De alguna forma Él le da significado a mi vida, y abre mundos que yo nunca podría haber soñado. En mi plegaria diaria yo llego a Él como un mendigo, pero con el deseo de ser nutrido/a y enriquecido/a.
Jesús siempre elabora un significado más profundo de situaciones casuales. La lección acá es positiva: Él está enfatizando que todos pueden ser parte de la familia divina. Le digo a Jesús cuan agradecido/a estoy de ser incluido/a, y le pido estar alerta de que los otros no son extraños: ellos son mis hermanas y hermanos. Esto cambia cada encuentro que yo tengo!
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