Friday, September 14, 2012

Un sacerdote argentino, acusado de abusar de medio centenar de seminaristas



El Arzobispado de Paraná reconoce los hechos


Los parroquianos de Justo José Ilarraz 

defienden al cura


(RD/Agencias/Valores Religiosos).- El sacerdote argentino Justo José Ilarraz ha sido acusado de abusar sistemáticamente dechicos de entre 12 y 14 años, entre 1984 y 1992. El Arzobispado de Paraná admitió las "faltas gravísimas" del cura, aunque aclaró que fue apartado del ejercicio del sacerdocio "hasta que la Santa Sede resuelva la situación". Lo acusan de haber violado de más de 50 chicos a lo largo de ocho años.
Ayer se supo que la Justicia provincial trabaja en el inicio de una causa en la que se investigará la denuncia formulada por el quincenario Análisis de la Actualidad, dando cuenta de que el Arzobispado de Paraná nunca denunció el abuso cometido por el cura Justo José Ilarraz contra no menos de 50 chicos de entre 12 y 14 años, quienes recién comenzaban su carrera religiosa y estaban bajo su tutela en el Seminario Menor de esa capital.
Según se ha desvelado, Ilarraz escogía cada año a unos diez ingresantes al Seminario Menor para someterlos sexualmente. Lo lograba mediante presión psicológica, explotando sus debilidades, y también a través de un sistema de premios y privilegios frente a los otros seminaristas, en los duros años iniciales de la formación sacerdotal.
Según se relata, los elegidos generalmente eran chicos provenientes de familias de campo de Paraná Campaña y zonas cercanas, donde el sentimiento religioso está muy arraigado y la elección de una vocación religiosa es motivo de orgullo de sus padres.
El arzobispado de Paraná difundió un escrito en el que reconoció los hechos, pero no informó si se iniciaron actuaciones judiciales contra el violador.
"Las últimas noticias periodísticas reavivan nuestra profunda vergüenza e inmenso dolor por faltas gravísimas cometidas por uno de quienes deben servir a la vida moral del pueblo, con su ejemplo y enseñanza", dice el comunicado.
El documento eclesiástico agrega que esta situación "nos interpela para que nuestro compromiso con la verdad y el bien sea cada vez más auténtico y eficaz".
Luego señala que "cuando por primera vez se conocieron los hechos se realizaron todas las medidas tendientes al esclarecimiento de la verdad, siempre preservando el derecho a la intimidad y el debido proceso, y conforme a nuestro conocimiento sobre la legislación entonces vigente".
Agrega el escrito que, "siguiendo las directivas emanadas desde la Santa Sede, en especial de su santidad Benedicto XVI, se solicitó desde hace tiempo el levantamiento de la prescripción a fin de la aplicación de las sanciones correspondientes" al cura.
"El sacerdote acusado, debido a las gestiones realizadas por el Arzobispo de Paraná y por el Obispo de la diócesis de Concepción de Tucumán, se encuentra apartado del ejercicio de su ministerio hasta que la Santa Sede resuelva su situación", añade el texto.
Enz reveló que la investigación, que chocó "permanentemente con el férreo secreto" de la Iglesia, le demandó unos tres meses y "me llevó hasta Tucumán, donde pude comprobar que Ilarraz ejerce funciones sacerdotales en Morteros".
"Cuando uno de los chicos se rebeló, el entonces prefecto del Seminario Mayor, el hoy arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puíggari, le transmitió la situación irregular al que por aquel entonces era el Arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic", agregó.
Entonces -siguió- Puiggari "le llevó incluso dos víctimas y se inició únicamente una especie de sumario interno en la que declararon todas las víctimas y reconocieron todos los hechos".
"Pero, en vez de hacerse la denuncia judicial, se pidió que esto quedara puertas adentro y hubo serias advertencias de que si hablaban podían sufrir sanciones las hermanas religiosas que tenían muchos de ellos, que podían ser derivadas a cualquier lugar del país".
El cura denunciado "fue enviado al Vaticano y luego a Tucumán, donde ahora se encuentra."
Por su parte, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Monteros nadie, o casi nadie, alcanza a aceptar que sobre "el padre Justo" recaiga la tremenda acusación de haber abusado unos 50 chicos del Seminario Menor de Paraná entre 1984 y 1992. La novedad dejó atónitos a quienes conocen al cura Justo José Ilarraz.
"No puede ser si es un santo, santo. ¿Quién puede pensar que haya hecho semejante maldad" dijo Rosa Díaz, del barrio Ñuñorco, en donde está el templo. El paradero del "padre Justo", como lo llaman en el lugar, es desconocido. Hace un mes dejó de dar misa y abandonó la parroquia aduciendo razones de salud.
Hasta ese momento, el templo permanecía abierto casi todo el día. Sin embargo ahora está cerrado con un candado. Se lo abre un par de horas en las tardes, según los lugareños. "Según tengo entendido, el sábado pasado se le hizo rezar una misa por su salud. Creo que no vino. Alguien me comentó que se lo vio hace poco por Santa Lucía", apuntó una vecina que vive al frente de la iglesia.

3 comments:

Gregorio said...

Si la Iglesia no termina de solucionar este dramático asunto de la pederastia, será el final de la Institución a no muy largo plazo.

yanmaneee said...

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syshed said...

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