Wednesday, November 22, 2017

Reflexionando sobre la lectura del día de hoy por Espacio Sagrado


La Presencia de Dios

Medito durante unos instantes en la presencia de Dios a mi alrededor y en mí.
Dios creador del universo, de la luna y las estrellas,
de la tierra, de cada molécula, átomo, de todo lo que es y existe:
Dios está en cada latido de mi corazón.
Dios está conmigo, ahora.

La Libertad

Hay muy pocas personas que se dan cuenta lo que Dios haría en ellas si se abandonaran totalmente en sus manos, y se dejaran formar por su Gracia (San Ignacio).
Ruego por la gracia de confiar totalmente en el amor de Dios.


La Conciencia

Cómo me encuentro hoy?

Cómo estoy con Dios?

Tengo algo que agradecer? Doy las gracias ...

Hay algo que lamento? Pido perdón ...


¿Qué es la revisión de consciencia?

Si es verdad que Dios actúa en cada detalle de nuestras vidas, ¿cómo comenzamos a reconocer su actuar, y nuestras reacciones?
Al final del día, especialmente antes de dormir, nuestra mente, sin un esfuerzo consciente de parte nuestra, tiende a recordar algunos de los eventos del día, en forma tan vívida, que si el día ha sido lleno de sucesos, podemos tener dificultades para dormir. Podemos encontrarnos repitiendo una discusión, o pensando cómo debíamos haber contestado bien una pregunta, y así sucesivamente.
La Revisión de Consciencia se basa en esta tendencia natural de la mente. Nos puede ayudar a ser más alertas a la Presencia de Dios y su accionar en nuestras vidas, y a preocuparnos más en darnos cuenta cuando estamos cooperando con la Gracias de Dios, y cuando la estamos rechazando. 


La Palabra de Dios

Lucas 19:11-28
Cuando Jesús estaba ya cerca de Jerusalén, dijo esta parábola, pues los que lo escuchaban creían que el Reino de Dios se iba a manifestar de un momento a otro. "Un hombre de una familia noble se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver después. Llamó a diez de sus servidores, les entregó una moneda de oro a cada uno y les dijo: "Comercien con ese dinero hasta que vuelva". Pero sus compatriotas lo odiaban y mandaron detrás de él una delegación para que dijera: "No queremos que éste sea nuestro rey". 

Cuando volvió, había sido nombrado rey. Mandó, pues, llamar a aquellos servidores a quienes les había entregado el dinero, para ver cuánto había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: "Señor, tu moneda ha producido diez más". Le contestó: "Está bien, servidor bueno; ya que fuiste fiel en cosas muy pequeñas, ahora te confío el gobierno de diez ciudades". 

Vino el segundo y le dijo: "Señor, tu moneda ha producido otras cinco más". El rey le contestó: "Tú también gobernarás cinco ciudades". Llegó el tercero y dijo: "Señor, aquí tienes tu moneda. La he guardado envuelta en un pañuelo porque tuve miedo de ti. Yo sabía que eres un hombre muy exigente: reclamas lo que no has depositado y cosechas lo que no has sembrado". 

Le contestó el rey: "Por tus propias palabras te juzgo, servidor inútil. Si tú sabías que soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Así a mi regreso lo habría cobrado con los intereses". Y dijo el rey a los presentes: "Quítenle la moneda y dénsela al que tiene diez". 

"Pero, señor, le contestaron, ya tiene diez monedas". Yo les digo que a todo el que produce se le dará más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 

En cuanto a esos enemigos míos que no me quisieron por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia"." 

Dicho esto, Jesús pasó adelante y emprendió la subida hacia Jerusalén.


Escuchando La Palabra

Lee este texto lentamente, varias veces, y percibe si alguna palabra, o frase, se destaca de las demás, y quédate con ella por el tiempo que quieras, antes de seguir leyendo.
Este ejercicio es como probar un dulce. No trates de analizar la frase, tal como no se debe mascar un dulce para que dure más, o que tampoco examinarías en qué consiste el dulce antes de probarlo.
A menudo una frase atraerá la atención de nuestro subconsciente, antes de nuestra mente consciente se dé cuenta de la razón de esa atracción. Por eso es bueno quedar meditando esa frase lo más posible, sin tratar de analizarla.
Pueden aparecer muchas distracciones en mi mente; pero algunos pensamientos, lejos de ser distracciones, pueden convertirse en la sustancia de mi oración. Es como si la frase de la Escritura fuera una linterna, que ilumina la corriente de mis pensamientos, memorias, reflexiones, sueños, esperanzas, ambiciones y temores, y mi oración llega a ser una mezcla de la Palabra y de mis pensamientos y sensaciones profundas.

Reflexiones sobre la lectura de hoy

  • El sirviente tomó el riesgo de invertir el dinero de este hombre noble pero muy impopular. Yo puedo fácilmente encontrar razones para quedarme tranquilo acerca de mi fe y su práctica, mis talentos y habilidades. Rezo para que yo pueda aprender a usar bien mis oportunidades.
  • La tercera persona en la historia estaba paralizada por su miedo; si yo puedo reconocer en mi algo de su vacilación, le pido a Dios por el coraje que necesito.

Conversación

Como me ha llegado la Palabra? Me ha dejado indiferente?

Me ha consolado, o me ha impulsado a actuar en otra forma?

Imagino a Jesús mismo, sentado o de pie, cerca de mí.
Me vuelvo hacia Él y le abro mi corazón.

Conclusión

Gloria al Padre y al Hijo y al Espiritu Santo;
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amen

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