Wednesday, August 06, 2008

Diáconos celebran a su Santo Patrono


Los más de 280 diáconos permanentes de Santiago celebran su día junto al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, en la Catedral Metropolitana, y los 40 años desde que este ministerio fuera restaurado en el país.
El día del diaconado permanente se celebra el 10 de agosto, día de San Lorenzo, su patrono. En Santiago los diáconos se reúnen este jueves 7, junto a su Pastor, a celebrar su día con una misa que se oficiará a las 19:30 horas.
Qué son y qué hacen
Los diáconos permanentes son, por lo general, hombres casados, que reciben este ministerio para colaborar con el Obispo en el quehacer pastoral y de evangelización de la Iglesia. Este ministerio, si bien tiene su origen en los primeros siglos de la Iglesia, fue restablecido en el Concilio Vaticano II (1962-1965), como un grado estable de la jerarquía eclesiástica, y la Conferencia Episcopal de Chile fue una de las primeras del mundo en restaurarlo.
Los diáconos permanentes colaboran con la iglesia en su tarea de llevar la Buena Noticia a todos los ambientes y su servicio está enfocado en tres aspectos fundamentales: Servicio autorizado de la Palabra de Dios: La proclamación del mensaje de Dios puede desarrollarse en el contacto directo del diácono con personas o grupos en la catequesis, en la educación de jóvenes y adultos, en el uso de los medios de comunicación social y, de manera especial, en la lectura del Evangelio y la homilía, ocasión privilegiada para exponer el misterio de Cristo en la comunidad.
Ejercicio de la caridad: Tanto en el sentido de ayuda fraternal como de la promoción humana. Sus preocupaciones están orientadas hacia los ancianos, enfermos, indigentes, abandonados y aquellos que están en las cárceles, entre otros.
Ministerio litúrgico: el diácono sirve y asiste al obispo y al sacerdote en la celebración de la Misa; puede presidir la celebración de la Palabra y también administrar los sacramentos del Bautismo y Matrimonio. Además, distribuye la Sagrada Comunión, preside la Liturgia de las Horas; las oraciones comunes; los ritos de funerales; responsos y entierros.
La alegría de este ministerio
José Higueras, ingeniero, gerente técnico de la empresa Plásticos de Ingeniería, casado con Jeannette Nanjarí Ortíz, tres hijos, es diácono permanente desde 1981 y desempeña su ministerio en la parroquia Santa Catalina de Siena, en la Zona Oriente de Santiago.
Confiesa que “este llamado gratuito de la Iglesia lo he vivido con mucha alegría y con gozo de poder entregar parte de lo de uno al servicio de la comunidad, de los hermanos”. Es asesor de una comunidad eclesial de base; está echando las bases para la pastoral familiar junto a un grupo de matrimonios y es el encargado de liturgia. Antes organizó la pastoral juvenil de esa parroquia, en la que participa su hija menor. Su esposa, en tanto, trabaja en la Ayuda Fraterna, rehabilitación de alcohólicos y es secretaria parroquial.
José resalta la satisfacción que le produce “acompañar a la gente que más sufre, en el dolor por la muerte de un ser querido y estar donde habitualmente la Iglesia no está presente, que son experiencias muy hermosas que uno valora mucho. Sobre todo estar cerca de gente que no conoce bien a Dios”.
Un regalo de Dios
Julio Aravena, profesor de Religión, está convencido que el diaconado permanente le llegó como “un regalo de Dios, algo inmerecido”. Casado desde hace 20 años con Javiera Salazar, cuatro hijos entre 9 y 19 años de edad, tiene diez años como diácono y desde hace cuatro desempeña su ministerio en la capilla Santa Teresita del Niño Jesús, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Quilicura. Allí anima la comunidad local y el equipo de liturgia, además de formar jóvenes y adultos que se preparan a la Confirmación. Al ejercer este servicio, dice, “uno vive una cercanía muy grande con el Señor y con la gente. He podido conocer sus miserias y problemáticas y testimoniar el amor gratuito de Dios”.
Julio asegura que ayuda mucho a una mayor cercanía con la gente el hecho de ser los diáconos permanentes personas casadas y que realizan un trabajo remunerado, como todos. “Eso nos permite estar mucho más en contacto con las personas. Me encuentro con mucha gente en la feria, en la panadería. Este contacto permanente es la mayor riqueza del diácono”, afirma.
Requisitos para el diaconado permanente
Sólo los varones pueden recibir esta ordenación sacramental y es el propio Obispo quien debe decidir acerca de la ordenación de los candidatos al diaconado. Para ello se requiere, por lo general, ser casado, con al menos diez años de matrimonio y un mínimo de 35 años de edad, entre otros requisitos. En el caso de un postulante soltero, tener 25 años de edad como mínimo, ser un hombre de fe y oración y estar dispuesto a mantenerse célibe toda su vida.
Su Santo Patrono
El Patrono de los diáconos es San Lorenzo, diácono y mártir Su nombre significa: "coronado de laurel". Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, uno de los siete hombres de confianza del Papa Sixto II, quien le nombró administrador de los bienes de la Iglesia y distribución de las ayudas a los pobres y necesitados. En el año 258 el emperador Valeriano publicó un decreto en el cual ordenaba la persecución de los cristianos condenándolos a muerte. El seis de agosto, mientras celebraba misa en un cementerio de Roma, el Papa Sixto II fue asesinado junto a cuatro de sus diáconos por las huestes del emperador. Cuatro días después fue asesinado el diácono Lorenzo, quemado en una parrilla. La iconografía cristiana lo presenta con una palma en la mano, signo del martirio, y también figura una parrilla, instrumento de su martirio.
Para mayor información acerca de este ministerio visitar la página www.diacono.cl
Santiago, 06/08/2008

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